Contestación a un método
El abandono de la conferencia del PCE de Asturias por 113 delegados asistentes a la misma demuestra el indudable malestar que existe en sectores extendidos de la base de este partido por el método seguido por el Comité Central para sacar adelante, aquí y ahora, su tesis de echar por la borda el lenimismo. Seguramente, el Comité Central está en la postura correcta al mantener la necesidad de abandonar el leninismo, por lo menos en lo que esta postura tiene de adecuación de la política del partido a la situación española actual, pero tampoco les falta razón a los que piensan que el debate sobre este tema ha sido precipitado, carente de la adecuada preparación y no sin cierto matiz de oportunismo.Por eso, ciertos sectores de las bases del PCE han propugnado que el debate sobre este tema debía llevarse á un congreso extraordinario, en el que se laborase un nuevo manifiesto-programa que pusiese al día el de 1975, todavía vigente, en el que se mantiene el carácter leninista del partido. En este congreso del partido, según estos sectores, a la vez que se debatiese el abandono del leninismo debería profundizarse en las tesis eurocomunistas, para darles mayor coherencia y profundidad. Los sectores que se resisten al abandono no suficientemente reflexivo del leninismo rechazan Con fuerza que su posición pueda confundirse con una actitud ideológica de dureza o por lo menos antieurocomunista.
Los dirigentes máximos del PCE deben estar cayendo en estas fechas en la cuenta de que las nuevas hornadas de militantes del partido, a la vez que disciplinados, tienen una gran dosis de capacidad de reflexión y crítica que les hace muy difícil comulgar con ruedas de molino. Por eso, encuentra cada vez más rechazo en la base del PCE la persistencia de ciertos métodos autoritarios, que, aunque no específicos de este partido, ni benefician a éste ni a la izquierda en general, aunque a corto plazo puedan beneficiar a los dirigentes del momento.
