"La moderación de rentas, imprescindible para el pleno empleo"

«Convencer a la sociedad de que si se quiere conseguir el pleno empleo es imprescindible practicar una moderación en la política de rentas es hoy la tarea más importante de la política económica», dijo ayer el vicepresidente Fuentes Quintana en un almuerzo organizado por APD y la CEOE, con motivo de una visita a España de Guido Carli, presidente de la Confindustria (primera organización patronal italiana), ex gobernador del Banco de Italia, ex ministro del Gobierno italiano y autoridad europea reconocida en el mundo económico.Al almuerzo asistieron, además de los señores Fuentes y Carli, Carlos Ferrer, Max Mazin y Rafael Termes (direclivos de la CEOE), Antonio Garrigues (APD), Claudio Boada (presidente de Altos Hornos y Ford España) Juan Miguel Antoñanzas (presidente de SEAT), Márquez Balín (presidente de Standard Eléctrica) y Mario Caprile (presidente de Femsa).

El señor Fuentes, al hablar de la necesidad de la moderación de rentas, insistió en que ésta debe afectar a todos los sectores sociales, incluidos ejecutivos, gerentes y, empresarios. Señaló en este punto que la ruptura de la ilusión de las capas sociales menos favorecidas de mejorar sus posibilidades de ingresos debe tener una compensación, algo a cambio, que debe venir a través de una política fiscal y presupuestaria.

El valor del pactó de la Moncloa, para el señor Fuentes, es que además de contener una política de rentas, prevé un programa de reformas pactadas por todos los partidos políticos. «Los empresarios deben pensar qué ofrecer, cómo colaborar en estas reformas. Deben aceptar las nuevas reglas del juego y saber dialogar y entenderse con las fuerzas sociales en términos que hasta ahora eran desconocidos y deben, también, participar en el proceso político que antes les era ajeno. Finalmente -dijo el ministro de Economía-, el empresario debe tener la virtud de la transigencia y la creatividad, tiene que adaptarse a nuevas condiciones aun cuando no le gusten. En este punto recordó una frase de Guido Carli que señaló hace tiempo que en ocasiones hay que defender al empresario de sus intereses inmediatos para que vea el largo y medio plazo.»

Guido Carli, que intervino previamente al señor Fuentes, analizó el proceso de la economía italiana y el carácter del programa económico presentado a una comisión parlamentaria por el nuevo Gobierno.

Para el señor Carli, desde 1969 se ha producido un proceso de trasvase de recursos hacia las rentas de trabajo, en demérito de las de capital. Este proceso supone limitar la capacidad de inversión y, por tanto, de creación de nueva riqueza. El pagano de la crisis será finalmente el empleo, ya que no es compatible crear nuevos puestos de trabajo para los jóvenes cuando el crecimiento de las rentas salariales se lleva todo el aumento de la renta disponible.

En su opinión, los líderes sindicales han comprendido esta situación y son conscientes de que el mantenimiento del empleo pasa por una moderación de los salarios que permita un excedente de beneficio empresarial que pueda ser reinvertido.

El proceso de crecimiento de las pensiones, indiciadas conforme al coste de vida y de los servicios sociales (sanidad, etcétera) unidos al crecimiento de salarios, han sido en opinión de Carli los factores desencadenantes de la crítica situación.

Los procedimientos correctivos sólo pueden adoptarse por un Gobierno que cuente con el consenso de las fuerzas sociales y políticas y que pueda por ello establecer un pacto.

Antonio Garrigues, presidente de APD, señaló en la presentación del acto que 1978 es un año crítico para la sociedad española. Existen datos optimistas (precios, balanza de pagos, criterio del Fondo Monetario Internacional y perspectivas turísticas) y por ello tenemos el deber y el derecho al optimismo. «Estos no son tiempos -dijo- ni para la ingenuidad ni para el abandonismo. De todas formas, hay que pedir a socialdemócratas, eurocomunistas y socialistas que definan lo que entienden por economía de mercado.»