El 60 por ciento del sector de la construcción de Madrid fue a la huelga

Más del 60% de los trabajadores madrileños del sector de la construcción secundaron ayer, según fuentes de la UGT, el llamamiento a la huelga realizado por la citada central y por la CNT y USO. Entretanto, Comisiones Obreras (que no quiso entrar en dialéctica de cifras en cuanto al éxito o fracaso del paro), CSUT y SU se reunieron con la patronal y acordaron iniciar hoy las negociaciones del convenio provincial.

Importantes empresas del sector (AZCA y Dragados y Construcciones, entre otras) e importantes núcleos de población, como Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Alcalá de Henares, Fuenlabrada, Getafe y Leganés, además de la capital se vieron ayer afectadas por anormalidades laborales como consecuencia del llamamiento a la huelga, según fuentes de UGT.Los empresarios y las otras tres centrales sindicales acordaban ayer, por su parte, designar al inspector de Trabajo señor Navarro como presidente de las deliberaciones del convenio, e iniciar hoy las conversaciones sobre los aspectos sociales del mismo: Indemnizaciones, información y control en el seno de las empresas, seguridad e higiene y jubilaciones y contratos de trabajo. Los posibles acuerdos estarán pendientes de ratificación por parte de los delegados de los trabajadores, que se elegirán los próximos días 20 y 21 en asambleas, y que integrarán el otro 50% de la comisión negociadora de los trabajadores.

La confusión continua en este sector, que ya vivió una huelga hace siete días (en aquella ocasión convocada por CCOO), donde se mezclan las discrepancias en cuanto a forma de negociación y en cuanto a contenido de las tablas reivindicativas. Mientras CCOO propone unas mejoras salariales que respetan el Pacto de la Moncloa, las demás centrales (incluida SU y CSUT) proponen otras que superan los topes del pacto. Los unitarios, sin embargo, han formado al lado de CCOO en cuanto a la composición de la comisión negociadora (sindicatos y delegados de los trabajadores). UGT, CNT y USO, por el contrario, insisten en que deben ser las centrales las que negocien.