Comandos inquisidores actúan en Cuenca
Desde hace unas semanas un grupo de jóvenes puros e integristas de Cuenca, componentes de un comando autodenominado San Julián (nombre del segundo obispo de la ciudad y patrono de la diócesis), ha decidido por su cuenta emprender una activa lucha contra lo que consideran «las desviaciones malsanas de nuestro tiempo», las actitudes depravadas de una parte de la población y la pérdida de la moral y las buenas costumbres.Armados con escopetas de caza, porras y cadenas, el comando -también autodenominados los Beatos Julianos- ha emprendido lo que podría ser una réplica de la prédica armada del cura Merino (a medias entre una nueva Santa Inquisición y un sui generis Ku Klux KIan) contra algunos moradores de la zona vieja de la ciudad -habitada en buena medida por una pleiade de pintores, escultores y escritores.
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