Comienzan los trabajos para la reforma de las ordenanzas militares
La unidad de los tres Ejércitos bajo el mando del Ministerio de Defensa, la unidad de tratamiento para los cadetes y para la Legión -que ahora se rigen por normas especiales-, la inclusión de los conceptos de Patria y Estado, la supresión de las referencias al carácter nobiliario de los oficiales y las ideas de compañerismo, abnegación y lealtad, son elementos fundamentales a introducir en la reforma de las ordenanzas militares de Carlos III.
Ayer se reunió la comisión encargada de preparar el anteproyecto de la reforma de las Ordenanzas de Carlos III, en las que se definen las normas de comportamiento, deberes y derechos del militar.La comisión está presidida por el general de división de Infantería de Marina, Francisco Martínez de Galinsoga; el general de brigada de Infantería, Jesús Ruiz Molina, es vicepresidente, y como secretario fue designado el coronel de Aviación Ramón Salas Larrazábal. Igualmente, fueron nombrados varios vocales en representación de los tres Ejércitos.
La reforma de estas ordenanzas no supondrá ningún cambio sustancial de las mismas, sino tan sólo variaciones en su terminología y la supresión o sustitución de algunos artículos anticuados por otros que estén más en consonancia con lo que hoy tiene vigencia en el Ejército. Según ha podido saber Cifra en fuentes fidedignas, las cuales añadieron que con la actualización de las ordenanzas se intenta revitalizar una normativa anticuada por su léxico, que data de 1774, y que contiene algunas prescripciones -principalmente relativas al servicio- que no se corresponden con la vida real de hoy.
El nuevo texto se elaborará, pues, a partir de las Reales Ordenanzas de Carlos III, prácticamente perfectas en esencia, y que respeten al máximo los derechos humanos de la persona -el artículo veintidós del alférez dice que éste tendrá trato dulce con sus subordinados-, al tiempo que exigen ya el máximo deber.
La unidad de los tres Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, englobados recientemente en el Ministerio de Defensa, sería, según esas mismas fuentes, uno de los aspectos que recogerían las nuevas normas, que también obligarían a los cadetes y a la Legión. Actualmente, los primeros se rigen por un decálogo redactado en tiempos de Franco y los legionarios obedecen a un código especial.
La reforma se concretará en el tratado Il de las Reales Ordenanzas de Carlos III, que desarrolla el aspecto ético del militar, ya que los siete tratados restantes, aunque no abolidos oficialmente, están totalmente olvidados. La profesión militar se ha regido hasta la actualidad por un pequeño libro, resumen del tratado II, editado por la editorial Hernando, y en el que se han ido introduciendo variaciones sin importancia, según el criterio de los responsables de cada nueva edición.
Entre las modificaciones que se van a introducir, Cifra ha podido saber que en la nueva redacción se suprimirán los alusivos al orgullo personal y al reconocimiento de origen noble, extremos que no tienen ningún sentido hoy, ya que la fama no constituye un objetivo de la profesión, que es más vocacional, y por otra parte ha quedado ya muy lejos la necesidad de ser de condición noble para dedicarse a la milicia.
Asimismo, se incluirían nuevos conceptos, como los de Patria y Estado, que en las de Carlos III se resumen en la figura del Rey. Las ideas de compañerismo, abnegación, iniciativa, prestigio y lealtad figurarán también junto a las antiguas de honor, obediencia y valor.
En el año 1952, durante el mandato de Franco, se intentó una modificación de estas ordenanzas que o llegó a cuajar. La dificultad ha residido en que están consideradas como modelo.
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