Reñido campeonato de F-1.430
La fórmula 1.430 es la única categoría nacional de monóplazas que existe actualmente en nuestro país. Hasta el pasado año, la F-11.430 era considerada como el paso obligado hacia el escalón superior, la F-11.800. Desaparecida ésta por la retirada del apoyo financiero que le prestaba su organizador, Seat, que no estaba contento con la marcha de los acontecimientos, la fábrica catalana volvía a poner sus ojos en «la pequeña», a la que un par de años antes habla dejado en la misma situación de abandono.
Los monoplazas que toman parte en el Campeonato de España de esta especialidad son todos ellos muy semejantes entre sí. Los chasis, equipados con motores Seat 1.430, salen en su gran mayoría del pequeño taller, casi artesano, de Selex, conocido también por su fabricación de amortiguadores. El resto, no más de media docena, están creados por el preparador catalán Juncosa, aunque al menos hasta el presente, no han dado los resultados apetecidos.El calendario del campeonato es sumamente exiguo. Algunas carreras en el Jarama, otras en Calafat, ciertas tímidas salidas al extranjero, a los pequeños circuitos del sur de Francia o a Portugal, es todo lo que compone el reducido número de pruebas puntuables. Lástima, pues los jóvenes pilotos, en período de formación, necesitarían de un número de carreras cuanto más amplio mejor, con el fin de que su período de aprendizaje se acortase en lo posible. De esta forma, su ascecso sería más rápido, que es justamente lo que debe pretenderse.
La presente temporada ha tenido -un comienzo en el que el dominio del piloto de Bendibérica, Galiano, ha sido claro y rotundo. Tercer clasificado en la temporada anterior lo que, junto con los dos primeros, tradicionalmente motivaba la imposibilidad de participar el año siguiente, a Galiano se le permitía tomar parte en este campeonato, no haciéndose lo propio con los otros dos. La extraña medida no la desaprovecharía el madrileño, comenzando a atacar desde la primera carrera (cuando todavía muchos pilotos no han entrado en forma, mientras que a otros su bisoñez, al menos en las primeras pruebas, les impide un rendimiento mayor).Pero, con el rodar de la temporada, el dominio de Gallano ha ido en descenso. Su claro triunfo en las dos primeras pruebas lo fue ya mucho menos claro -y, ciertamente, afortunado- en la tercera, para dejar de serio en la cuarta y en la quinta y última que se ha celebrado hasta el momento. ¿Será esto el preludio del desinflamiento de Galiano? La respuesta es difícil de dar, y, aunque el descenso de forma del piloto es innegable, la renta de sus tres victorias, en un campeonato tan corto, puede ser bagaje decisivo de cara a su triunfo final. Sea como fuere, el hecho es que, por contra, el catalán Beltrán haya ido mejorando a medida que la temporada iba discurriendo, puede ser el anuncio de que la pugna entre ambos de cara a la conquista del título resulte sumamente emocionante. De momento, el catalán ya ha pasado a la cabeza del campeonato. El resto de los pilotos, y pese a que la temporada aún no ha pasado por su ecuador, están prácticamente descartados. Los Molons (que cuenta en su haber con una victoria, la última), Pateja, Blanco, Ayuso, etcétera, poco podrán hacer en lo que resta por diuputarse para impedir el triunfo de Gallano o de Beltrán, pese a que, por el momento, figuren en las posiciones de cabeza. Entre los recién llegados hay varios que merecen ser destacados por sus buenas actuaciones. Sobre todo el «ex tecsísta» Verdu, que actualmente marcha en cuarto lugar de la clasificación provisional del campeonato, o Maragall, recientamente fichado por el equipo Saspa, o el jovencísimo Vélez, quien, a sus dieciocho años, se ha convertido en la auténtica revelación del torneo, al tiempo que se perfila como una gran promesa de nuestro alitomovilismo deportivo. Su quinto puesto actual es, al menos, un buen augurio. Esperemos que así sea.
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