Los representantes de los ciegos piden el cese de los jefes de la ONCE

Veintitrés representantes de los vendedores de cupones de el ego de otras tantas provincias españolas, decidieron constituir en la mañana de ayer en asamblea permanente hasta que cesen en sus cargos directivos todos los jefes de la Organización Nacional de Ciegos (ONCE), cuya dimisión fue pedida por unos setenta compromisarios en una asamblea que mantuvieron ésto el pasado lunes.La reunión, que se había con vocado para que de ella salieran cinco personas que iniciarían el diálogo con el Consejo Superior de Ciegos, finalizó, sin embargo, con el acuerdo adoptado por la mayoría de «no aceptar la elección de estos cinco representantes por estimar que el Consejo Superior es un órgano verticalista que debe variar su estructura actual». En el comunicado hecho público se pedía asimismo sustituir al citado Consejo por un órgano de estructura democrática y representativa de todos los elementos de la Organización Nacional de Ciegos. Y la necesidad absoluta del cese de todos los cargos desde el jefe nacional a los jefes de centro.

Según finalizaba el comunicado, los; cesados podrían continuar en sus puestos hasta que se celebraran elecciones.

Entregado este comunicado a la jefatura de la organización en la mañana del pasado martes, los setenta compromisarios recibieron una respuesta en la que se les explicaba que los puntos pedidos no eran competencia de la jefatura, motivo por el que los elevaba a la superioridad.

Esta respuesta, considerada como evasiva por los representantes, hizo que veintitrés del total de representantes formaran una asamblea permanente, «sin descartar cualquier otra medida que pueda tomarse hasta tanto no consigamos todos los objetivos exigidos».

Según informaron a EL PAIS algunos de los encerrados, en caso de que la jefatura de la Organización tomara una postura fuerte, el apoyo pedido a los vendedores de toda España, por el momento sólo moral y económico, sería sustituido por una petición para incluso llegar a una huelga. También informaron que muchos de los representantes que han vuelto a sus respectivas provincias regresarán en los próximos días después de informar a los vendedores de cupones.

En apoyo de sus peticiones, a última hora de la tarde de ayer, unos cien invidentes recorrieron las calles de Barquillo, Alcalá y Gran Vía, desde la sede de la organización. Reiterados gritos y varias pancartas transmitieron al público sus demandas.

A las 9.45 y cuando habían alcanzado el edificio de la Telefónica, la fuerza pública, que en dos jeeps y un coche patrulla les había acompañado a lo largo de su recorrido, les comunicó que debían disolverse, lo que hicieron con completa normalidad.