Priem sorprendió a Maertens en el circuito de Montjuich

Tres hechos importantes destacaron en la décima etapa de la Vuelta a España, Salou-Barcelona, disputada ayer sobre 169 kilómetros.- Primero, que Maertens, en un terreno tan apropiado como el circuito de Montjuich, se vio sorprendido en el sprint por Priem, compañero de Ocaña. Segundo, los veinticinco kilómetros que se corrieron de más -figuraban 144- por un error lamentable en el libro de ruta. Ello provocó, aparte del ritmo lentísimo de la carrera, que la llegada se hiciera con cincuenta minutos de retraso sobre el horario previsto. En tercer lugar, finalmente, la caída de González Linares a cinco kilómetros de la meta, que le hizo perder 1'34" respecto al pelotón.Maertens, aunque parezca mentira por la comodidad del circuito de Montjuich para los sprints que le van al campeón del mundo, se vio sorprendido por Priem y sólo pudo ser segundo. Esta vez. Al menos logró 4" de bonificación. Un error en el desarrollo utilizado en esos instantes pudo ser la causa de que el belga no lograra su noveno triunfo parcial, que casi con seguridad obtendrá hoy en la contra reloj. Al circuito entró primero Van der Haute un «ebo», seguido de Pollentier, que parecía preparar ya la llegada de su jefe de fila.

La etapa, monótona hasta extremos insospechados, pues nadie la movió, llegó al colmo del absurdo cuando hubo que recorrer veinticinco kilómetros de más por un error increíble en el libro de ruta. El público, que acudió en gran número a Montjuich, aguantó pese a la casi hora de retraso sin protestar, quizá con la esperanza de que no se rompiera la racha de victorias españolas en esta etapa ya clásica. El fallecido Santisteban y Vallori, el año pasado bajo la lluvia, se impusieron en solitario. Esta vez se presagiaba el triunfo de Maertens y no ocurrió nada de lo esperado.

Realmente ya sólo queda la montaña, como casi siempre, para animar esta alicaída Vuelta. Diezmado el Novostil, equipo modesto, maltratado en la eliminación de sus hombres llegados días pasados fuera de control, sin atenuantes como para otros, nadie ataca en el pelotón. Pese a todo lo intentó el inefable Mazuela, aunque por poco tiempo. Kas y Teka esperan acontecimientos, mientras Maertens gana o al menos se pasea y se permite distanciarles aún más como anteayer ocurrió con Viejo. Si la desgracia llega, como en el caso de Linares, caído ayer a cinco kilómetros de la meta, en Bellvitge, todavía hay más ventajas para el líder. El corredor del Kas, tercero hasta ayer en la general, aún no se sabe a ciencia cierta si perdió el equilibrio por un bache, fue estorbado o empujado. Pese a esperarle cinco hombres de su equipo perdió minuto y medio. Aunque llegó con heridas en brazos y piernas no sufrió lesiones de gravedad.

En cuanto a la montaña, reseñar que Oliva vuelve al liderato, al igualar a Torres, con los pasos -ridículos pasos puntuables- de Lilla y Santa Cristina. Fueron dignos del aburrimiento general, en el que, ya decimos, colaboran hasta los «novostiles». Estos, por cierto, han lanzado un ultimátum a su mecenas, sobre la retirada inmediata si se vuelven a repetir las discriminaciones en los ,alejamientos.

Hoy, por la tarde, se correrá la undécima etapa, en dos sectores, uno contra reloj individual, sobre 3,8 kilómetros y otro en línea, sobre 45, doce vueltas al circuito de Montjuich.