"El gol de los domingos hace olvidar el hombre a muchos"

EL PAIS: ¿Qué perspectiva histórica tiene el deporte español?Cabreza Bazán: A lo largo del régimen franquista el deporte ha recibido en España un tratamiento absolutamente triunfalista que ha conducido a los deportistas españoles a resultados pésimos en confrontaciones internacionales y a la desorganización e ineficacia como método educativo y cultural. Durante esta época el deporte se ha reducido casi exclusivamente al fútbol, y tras su muerte aún continúa en la misma situación. El gol de los domingos hace olvidar el hambre a muchos, as! como la mayoría de los problemas reales de la vida. Durante muchos años, el fútbol español ha vivido de las rentas del famoso gol de Zarra. Pero más modernamente, con la generalización del fenómeno televisivo, se han montado sensacionales partidos de fútbol en vísperas de las jornadas más conflictivas del mundo laboral. Fraga Iribarne, en concreto, como ministro d e Información y Turismo, acertó a combinar perfectamente las dosis de toros y fútbol para todas las vísperas de las jornadas obreras del 1 de mayo, culminado, hace pocos años, con el pase, un 30 de abril, de todos los goles realizados por la Selección Española.

EL PAIS: ¿Cómo se ha estructurado y regido el deporte en España durante los últimos cuarenta años?

C.B.: En cuanto a su organización, el deporte español está recogido por un ente, la Delegación Nacional de Deportes, cuyos estatutos orgánicos fueron aprobados por la orden de 7 de junio de 1945 de la Secretaria General del Movimiento, en la cual se integraba dicho organismo. En consecuencia, todo el deporte de España ha dependido fundamentalmente de Falange. y, consecuentemente, todos los altos cargos del mismo. han sido siempre ostentados y lucrados por las personas adscritas a dicho Movimiento Nacional. Salvo muy raras excepciones, al frente del deporte español se han encontrado siempre los hombres más representativos del búnker franquista.

EL PAIS: ¿Cuál es la concepción que del deporte tiene el PSOE?

C.B.: Los socialistas no entendernos la práctica del deporte como una forma de propaganda de determinadas ideas políticas, sino como una faceta más del desarrollo de la persona y de los pueblos.

Para el capitalismo, el deporte es un artículo más de consumo y supone propaganda para el sistema que maneja los hilos del poder, al mismo tiempo que estimula el afán consumista de la sociedad moderna. En las dictaduras el deporte espectáculo se ha convertido en la adormidera del pueblo oprimido. A los deportistas en general, y a los futbolistas en particular, estos sistemas les han ido convirtiendo en héroes, para utilizarlos políticamente.

EL PAIS: ¿Cuál es la alternativa del PSOE para la organización y desarrollo del deporte?

C.B.: Consecuencia de una mayor civilización y de difusión del bienestar, la sociedad presenta hoy nuevas y más concretas necesidades, por lo que el Estado debe ampliar su propia acción y proveer lo necesario para la satisfacción de aquéllas. Así ocurre con la organización necesaria para el recreo de los ciudadanos en general y de los trabajadores en particular. Para cumplir tales fines el Estado necesita una organización que extienda y socialice aquellas actividades que han sido, hasta no hace mucho, monopolio exclusivo de las clases privilegiadas. En las Constituciones de muchos países se contienen afirmaciones referidas al deporte, al menos de carácter programático, que luego encuentran una más precisa formulación en leyes y declaraciones oficiales de representantes de los Gobiernos. En cuanto a la incardinación del deporte en la estructura general del Estado parece evidente que debe ser congruente con la declaración constitucional, la que en todo caso debe referirse al mismo en el apartado que dedique a las garantías educacionales, dentro de las cuales debe tener acogida la educación física o deportiva.

Desde el plano de la organización administrativa estatal parece que el deporte debe tener acogida en el Ministerio de Educación, bien en una Subsecretaría, bien en una Dirección General que se crease al efecto. No parece necesaria la creación de un propio Ministerio de Deportes, que ciertamente existe en la mayoría de los países.

EL PAIS: El deporte amateur a su entender, debe tener una protección estatal. ¿Cuál podría ser la cobertura jurídica del deporte profesional?

C.B.: En importancia cuantitativa, al menos, puede decirse que el deporte profesional es el que se practica en España. Y dentro de él, es el fútbol el que alcanza el máximo auge y y el deporte-profesión que reclama la más urgente regulación, que es competencia exclusiva del Ministerio de Trabajo. En la mente de todos está el terna de la retención, las prórrogas de los contratos y las transferencias de los deportistas como temas prioritarios.

EL PAIS: La Seguridad Social, para ' el deportista, en general ' y futbolista, en particular, es una meta a conseguir en breve plazo de tiempo. ¿Cómo debería regularse?

C.B.: Parece evidente que la más conveniente posibilidad de regulación-es la de llevarla a cabo a través de un régimen especial porque, correlativamente, la. especialidad de la actividad futbolística así lo reclama en tanto no se establezca en España un régimen de Seguridad Social total del que no se excluya a ninguna persona.

EL PAIS: ¿Cuáles son las coordenadas de ese régimen especial al que allude?

C.B.: En esencia, tres: primero, su ámbito de aplicación o determinación de los sujetos protegibles; segundo, las prestaciones que garanticen, y, por último, las fuentes de financiación económicas. Respecto al ámbito de aplicación parece consecuente que deban ser protegidos todos los que se dediquen profesionalmente a un deporte, bien entendido el concepto de «profesional», en el sentido amplio de actividad que se desarrolla habitualmente con fines de subsistencia. Deben ser considerados sujetos protegidos, asimismo, los familiares asimilados que vivan a expensas del asegurado.

En cuanto al conjunto de contingencias, deben ser lo, más próximas posible a las del Régimen General. El tema trascendental, no obstante, es el de las fuentes de financiación o recursos económicos con los que el régimen debe contar para hacer posibles las prestaciones a que se ha aludido. Esta financiación no debe provenir sólo de los futbolistas y de los clubs, sino que deben arbitrarse otras fórmulas perfectamente posibles y viables que indirectamente contribuyan a un reparto más equitativo de la riqueza que el fútbol produce. Por tanto, habrá que apuntar: primero, que las cuotas o cotizaciones de clubs y jugadores deben ir en función de la categoría; segundo, las quinielas, una rica fuente de ingresos; tercero, una fórmula para que parte de los derechos de televisión de los partidos de fútbol vaya a nutrir las arcas de la Seguridad Social de los futbolistas, y la publicidad hecha en los espectáculos futbolísticos,' a través de cualquier medio de comunicación.

EL PAIS: ¿Cuáles son las posibilidades de sindicación de los futbolistas?

C.B.: Hoy por hoy, los futbolistas y deportistas en general, como todo trabajador, pueden constituir un sindicato para la defensa de sus intereses profesionales. Este posible sindicato puede integrarse en cualquiera de las centrales sindicales existentes en el país. Lógicamente, los socialistas propugnan la integración en la Unión General de Trabajadores.