Yugoslavia
El establecimiento de relaciones parece haber sido posible debido tanto al proceso de democratización emprendido en España, como a la desaparición del general Franco, opuesto por razones históricas a su homólogo, el presidente Tito. Las largas conversaciones preliminares han puesto de manifesto algunos puntos de convergencia de la política, extranjera de ambos países, sobre todo en lo concerniente a seguridad europea y Mediterráneo. Hasta ahora, el principal obstáculo para el pleno reconocimiento de España por parte de Yugoslavia había sido no tanto la preliminar legalización del Partido Comunista Español, como la decidida oposición de los numerosos ex combatientes yugoslavos de la guerra civil española.Los problemas políticos que enfrentaban a los dos países parecen estar resueltos, y encontraron el inicio de su solución en las garantías que el señor Oreja ofreció a su colega Minic, en las conversaciones que mantuvieron con motivo de la Asamblea General de la ONU, el pasado septiembre. Las demandas yugoslavas se centran en la supresión de las actividades de los emigrados croatas que encontraron asilo en España.
Desde el año 1958, en que comenzaron a firmarse acuerdos de pagos con los países de Europa oriental, el comercio entre España y Yugoslavia se ha desarrollado sobre una base bilateral, con una moneda de cuenta no convertible. Sin embargo, el 1 de julio de 1969, un nuevo acuerdo estableció la libre convertibilidad entre los dos países. Desde entonces España aplicaba a sus relaciones comerciales con Yugoslavia el régimen de comercio vigente para los países de la OCDE, y Yugoslavia ofrecía a cambio su régimen general de comercio con los países del área convertible. Los protocolos de cada año mantienen esta situación, y el de 30 de enero de 1972 hace hincapié en las necesidades de fomentar los intercambios entre las dos naciones. Asimismo, el protocolo de 1973 -prorrogado automáticamente en 1974 y 75- insiste en la necesidad de incrementar los intercambios, bajo el marco de la libre convertibilidad iniciada en 1969.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Análisis de ajedrez | Gema de Ilinca en Sitges
Más de una treintena de carreteras están afectadas por el temporal, 12 de ellas cortadas
De la reinserción social a la dana, la IA o la cultura urbana: estas son algunas de las historias educativas más relevantes de 2025
La crisis de los cribados en Andalucía mina la confianza ciudadana en el sistema
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva




























































