Una horrible duda
Una horrible duda nos tortura y noche tras noche, cada sábado, al finalizar la extraordinaria y nunca bien ponderada programación de RTVE emite para 35.000.000 de españoles. compañeros nuestros en la desgracia.¿Qué clase de bula tiene el señor Martín Ferrand. para que se le permita a él solito, o a veces mal acompañado. derrochar unas horas que estarían mejor empleadas en dormir?
Rogamos al señor Martín Ferrand que huya de los primeros planos que no le van ni a él. ni a quien le contempla emocionadamente adormilado por su soporífera verborrea psicodélica y que se esfuerce en sacar partido a un prograrna que por si solo merece que se le mime. Porque con las filmotecas el tiempo y los medios de que parece disponer además de su bula especial podía indudablemente ofrecernos un espacio con cierta dignidad. Claro que para ello tendría que ponerse a pensar: no creemos pedir demasiado.
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