El Barcelona fue claramente superior al Madrid
El Madrid perdió en el Palau por la misma diferencia que cuatro días antes había perdido ante el TSSKA: diecinueve puntos. Las causas no hace falta buscarlas, el Barcelona, al igual que los soviéticos, fue superior a los blancos. La Liga, con esta derrota madridista, se pone al rojo vivo y el partido de vuelta en el Pabellón puede ser de los que hacen historia.Todor Lazic, sabedor de su superioridad física, planteó el encuentro con defensa individual que no abandonó en todo el partido. Por contra, Lolo Sainz, consciente de su falta de centímetros, ordenó a sus hombres defensa de zonas. La lucha en un principio parecía igualada, pero sólo duró hasta que los azulgranas cogieron la onda de su rival y con Carmichael por De la Cruz, en el minuto cinco (8-9) el Barcelona ganó en potencialidad. A los nueve minutos, Sainz se hace eco del primer aviso que dan los locales y solicita tiempo muerto, el marcador ya está en 18-11 y hacia el minuto quince, con 34-19, los blancos pasan a defender al hombre.
Cabrera y Cristóbal entran por Walter y Prada, Ansa hace lo propio con Flores, pero la suerte está ya decantada y el Barcelona imparable. La dirección del equipo de Víctor Escorial y el poder reboteador de sus hombres altos empiezan a hacer mella en el Madrid. Walter estaba apagado, Prada no respondía y a los bases les faltaba la lucidez necesaria para galvanizar a sus compañeros. Todo ello contribuía para que en el descanso el marcador tuviera tintes escandalosos: 51-17.
En la segunda parte el Madrid salió con más coraje, y hubo algunos momentos en que se le vio capacitado para dar la vuelta al marcador. En el minuto diez, con sólo doce puntos (69-57), pero los árbitros empezaron a tomar parte activa en el asunto, señalaron dos faltas consecutivas a Corbalán y a Cabrera que no vimos, y la quinta a Walter -cuando mejor estaba- que no existió. Ahí se acabaron las posibilidades madridistas, porque Escorial otra vez subió la diferen cia hasta dieciocho puntos (m. 12), se tomó dos minutos de descanso y volvió a la cancha para remachar el triunfo y participar en la apoteosis final que significó el 92-73 con que concluyó el partido.
El Barcelona jugó en plan campeón y se mostró muy superior a los blancos, que siguen adoleciendo de su falta de talla; nada menos que diecinueve rebotes más que sus rivales capturaron los azulgranas. Por otra parte, la ausencia de Luyk se nota más de lo esperado, sobre todo, en las acciones defensivas del equipo. Hasta ahora ninguno de los suplentes ha sabido suplir con acierto el cometido de su capitán. Pero este resultado el aficionado lo agradecerá, porque significa que la Liga vuelve por sus fueros y que hay competición.
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