Cotena defenderá mañana su título europeo ante Jiménez
Con una hora de retraso sobre la de llegada oficial, ayer llegó a Madrid el campeón europeo de los plumas, el italiano Elio Cotena, de 31 años. Le acompañaba su mujer, María. Tienen tres hijos.Vino enfadado porque la EBU no le ha permitido enfrentarse, en defensa voluntaria, al francés Amatler. Su preparador, Rocco Agostino fue más expresivo que él.
Ahora que no está en Italia Benito Mussolini, está Piero Pini, el presidente de la Unión Europea de Boxeo.
El campeón declararía después que desconoce a Nino Jiménez, pero que piensa ganarle mañana, a pesar de que su ciclo preparatorio ha sido muy corto. Asimismo confesó que está en conversaciones para disputar el título mundial de la categoría a Danny Coloradito López.
Cotena ha hecho un total de 39 peleas, de las cuales ha ganado 35, ha empatado una y ha perdido tres, una de ellas, la única por K. O., ante el español Gitano Giménez.
Finalmente, Cotena afirmó que, en el improbable caso de que pierda, seguiré en el boxeo: aún no he hecho ningún proyecto de retirada.
Nino, seguro
Nino Jiménez, por su parte, terminó su preparación para el combate en Los Angeles de San Rafael y no ha tenido ningún contratiempo. A fin de cuentas, la única y posible noticia siempre ha estado estos días en la venida o no venida del supuestamente lesionado italiano.
No piensa que podrá noquear a Cotena, porque éste se dedicará a huir, pero confía en ganarle por puntos. Será suficiente, claro. Al preguntarle si no teme lo rápido que es el campeón, no sólo ha contestado que él lo es aún más, sino que la juventud es un grado y en eso le supera ampliamente.
Donoso, a conformarse
Donoso, sin su brazo derecho, tendrá que conformarse con poco más de 300.000 pesetas, cantidad tres veces inferior a la recaudada en la velada-homenaje que se le tributó el pasado viernes en el Palacio de Deportes. Aunque la entrada fue bastante buena, la triste realidad es esa.
Y no es extraño. A fin de cuentas, salvo Legrá y Carrasco, que recordaron, viejos tiempos en una exhibición, el resto de boxeadores participantes en la velada no están para regalar nada ni para ayudar a nadie. Cada uno cobró religiosamente. Las palizas que se pegaron algunos no se parecen a ningún homenaje. Su futuro, su familia, están detrás con todo el riesgo y el sacrificio que ello implica. El deporte. de las doce cuerdas es así de duro. Rota la salud, no sólo ya encima del ring, sino por un automóvil cualquiera, su mundo, quizá en su gran mayoría un submundo, no puede echarle una mano... porque no la tiene. Es un consuelo para Donoso, por si no lo sabe, que los Cantero, Mariano García, y demás, no son Julio Aparicio, El Litri y los restantes ex toreros que dejaron los beneficios del reciente homenaje a Bienvenida en algo más ridículo aún.
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