López Raimundo, en libertad

Ayer al mediodía fue puesto en libertad por el Juzgado número 10 de Barcelona el secretario general del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), Gregorio López-Raimundo, quien había sido detenido poco después de la media noche del jueves, cuando salía de un local en el que se acababa de celebrar una reunión del comité ejecutivo del partido de los comunistas catalanes.Con esta detención y la posterior puesta en libertad puede considerarse terminada una situación muy peculiar, consistente en la presencia de López-Raimundo en numerosas actividades del PSUC, sin que, sin embargo, éste residiera legalmente en Cataluña.

Según manifestó el propio López-Raimundo, con ocasión de su presentación a los medios de comunicación social, en una rueda de prensa clandestina, celebrada el pasado invierno, el dirigente comunista residía casi ininterrumpidamente en Cataluña desde 1960.

Gregorio López-Raimundo dirigió las Juventudes Comunistas Catalanas durante la guerra civil. En 1948 regresó a Cataluña clandestinamente en condición de responsable de la delegación en Cataluña del comité central del PSUC. Detenido en julio de 1951, después de la famosa huelga general del mismo año, fue juzgado en consejo de guerra por el tribunal de espionaje y otras actividades, y condenado a cuatro años de cárcel. Fue puesto en libertad en 1954, conducido a bordo de un avión y obligado a dirigirse a Cuba. En 1956 fue elegido secretario general del PSUC. Después de su detención, Gregorio López-Raimundo manifestó a EL PAIS que «incluso antes de que sucediese este incidente pensaba solicitar la semana próxima el documento nacional de identidad». El dirigente comunista agregó que había sido detenido por cuatro funcionarios de la Brigada de Investigación Criminal -y no de la Social-, de los cuales uno era mujer y que creía que su detención era debida a una iniciativa de los propios funcionarios de policía. También manifestó que había sido tratado con corrección.

Su desaparición motivó, en la madrugada del viernes, una cierta alarma, así como la presentación de una denuncia por presunta «desaparición de persona».