El presupuesto francés para 1977 supone un aumento del 13,7 por 100

La ley de Finanzas para 1977, es decir, el presupuesto francés preparado por el Gobierno, empezó a discutirse ayer en la Asamblea Nacional. Según el ministro delegado de Economía, Michel Durafour, que lo presentó, la característica principal de este presupuesto, concebido como arma principal contra la inflación, «es la voluntad de conseguir una justicia social más grande».A la vista de las cifras oficiales, los responsables de la economía gala han previsto un presupuesto ligeramente excedentario: contra los 334.000 millones de francos por ingresos, aparecen 333,3 de gastos.

Comparado con el de 1976, el presupuesto del año próximo supone un aumento del 13,7 por 100. Ahora bien, el análisis primero de los observadores no es tan optimista como el de las autoridades. De antemano, las cuentas del Gobierno se basan en una serie considerable de factores que, hasta la fecha, no han sido dominados, ni muchísimo menos. Para que todo se cumpla tal como han previsto los expertos oficiales, será necesario que la inflación, en 1977, baje hasta el 6,5 por 100 (actualmente es del 13 por 100), que el crecimiento ascienda al 5 por 100, que el aumento del consumo interno suba el 4,1 por 100, que las exportaciones asciendan el 9,3 por 100, y que las importaciones no progresen más que el 7,1 por 100.

El presupuesto de defensa, para el año que viene, es el primero de la ley de Finanzas. Es la parte que más aumenta, ya que respecto al año anterior lo hace en un 16,8 por 100, es decir, un crecimiento más fuerte que el del presupuesto general y que el del producto nacional bruto.

La primera reacción de los diputados no fue muy positiva. Un portavoz socialista, señor Cot, opinó: «Se trata de un texto en el que los falsos equilibrios camuflan los déficit reales». Otro diputado de la mayoría gubernamental, señor Papon, observó que, en definitiva, a la vista del empleo de los gastos del presupuesto, «la acción del Gobierno se revela paralizada».