Doscientos policías quisieron recibir a sus compañeros procesados en Canarias
Más de 200 funcionarios del Cuerpo General de Policía acudieron ayer a las once de la mañana al aeropuerto de Madrid-Barajas con intención de recibir a los seis policías de Santa Cruz de Tenerife, procesados como presuntos autores de un delito de homicidio, que ayer fueron trasladados a Madrid.
Hace cuatro días la sala de lo criminal de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife notificó el auto de procesamiento de cuatro inspectores del Cuerpo General de Policía -José Antonio del Arco, Juan José Merino, Angel Dámaso y José María Vicente Toribio- y de dos agentes de la Policía Armada -Juan Gregorio Valentín y Miguel López- como presuntos autores de la muerte del joven estudiante Bartolomé García, a quien, al registrar un domicilio, confundieron con el conocido delincuente el Rubio, presunto autor del secuestro del industrial Eufemiano Fuentes.La Audiencia tinerfeña estimó en el auto de procesamiento que existían indicios racionales de criminalidad en los hechos que motivaron la muerte de José Bartolomé y decretó la prisión incondicional sin fianza de los seis policías.
La noticia de que ayer iban a ser trasladados a Madrid para ingresar en prisión movilizó a sus compañeros, quienes, por iniciativa particular, decidieron acudir al aeropuerto para recibir a los procesados. Poco después de las once de la mañana se fueron congregando policías en la puerta de salida de los vuelos nacionales, hasta llegar a un número superior a los dos centenares.
Los comentarios de los presentes coincidían en la indignación por el procesamiento de unos compañeros «que no hacían sino cumplir con su deber». «Es muy lamentable -declaró uno de los policías asistentes- el trato que se ha dado a la actuación de nuestros compañeros. Ha sido un mero accidente que se han apresurado a calificar de asesinato».
Otro funcionario del Cuerpo, comisario de Policía, indicó que la mayoría de los presentes estaban destinados a comisarías, aunque había algunos miembros de la Brigada Criminal y apenas ninguno de la Brigada Social. Explicó también que su presencia allí era voluntaria y de solidaridad con sus compañeros y ajena completamente a órdenes superiores.
«Los jefes no estaban de acuerdo con que asistiéramos hoy -nos confirmó otro de los policías- y dieron diversas órdenes e informaciones contradictorias con el fin de evitar nuestra presencia aquí. Si no es por eso, estaríamos en el aeropuerto cerca de mil policías».
Agrupados en diversos corros, los policías comentaban el hecho con claras muestras de desaprobación por el procesamiento con prisión y sin fianza de sus compañeros.
La indignación fue creciendo cuando aterrizó el avión procedente de Santa Cruz de Tenerife, en el que venían los seis policías procesados, y no se les permitió a los presentes la entrada en la pista. Aunque mantuvieron en todo momento una actitud serena, sin provocar en ningún momento incidente alguno, los presentes se quejaron de que a los procesados se les sacó por otra de las puertas del aeropuerto.
En perfecto orden y entre comentarios de desaprobación por habérselos impedido ver a los procesados, los policías abandonaron el aeropuerto poco después de las doce y media de la mañana.
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