USO pide el fin del boicot turístico a España

Parece acentuarse la crisis, creada días atrás en el seno de la Asamblea Democrática de Mallorca, a raíz de la firma por los componentes de la misma del documento de Valencia, firma que se negaron a estampar los grupos afectos al Partido Comunista. El último traspiés de la Asamblea de Mallorca lo ha constituido la decisión de la Unión Sindical Obrera (USO) de abandonar dicha asamblea por ciertas diferencias surgidas entre los comunistas y los socialistas, con respecto a las tácticas políticas a seguir en un próximo futuro.

Esta decisión, que se hará pública oficialmente hoy, miércoles, por la noche, en la reunión que la Asamblea Democrática de Mallorca ha convocado, porte en trance de desaparición al organismo unitario, que está atravesando momentos muy difíciles en los últimos días.Con respecto a la USO, los delegados en Baleares han solicitado oficialmente de los sindicatos europeos, representados en el congreso que esta organización celebró recientemente en Barcelona, la cancelación definitiva del boicot turístico hacia España, iniciado el otoño pasado en los países escandinavos, y que se extendió por Gran Bretaña, Holanda y Alemania Occidental. Los seis representantes de la USO por Baleares expusieron sus razones de que dicho boicot no beneficia en nada a los trabajadores de la industria de hostelería, ni al desenvolvimiento de una situación dictatorial a una democrática, tal y como está ocurriendo en estos momentos en España, y por esto mismo se hace necesario el cese del boicot turístico hacia nuestro país. Este ruego le fue transmitido directamente por los representantes de este archipiélago a Ramón Castillo, español afincado en París y asistente a este congreso, qué actúa como enlace entre la USO y las organizaciones sindicales europeas, como el FITIM y la UITA. Este ruego se dirigía primordialmente al secretario general de la Federación de Sindicatos del Metal de Suecia, que es el que más hincapié hizo en llevar adelante el boicot turístico hacia nuestro país, tratando de desviar hacia otros países mediterráneos -Yugoslavia, Grecia, Chipre e Italia- el turismo que tradicionalmente visitaba España.