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La operación Mercurio no resolvió la huelga de Correos

La «Operación Mercurio», anunciada para ayer por el director general de Correos, Ignacio Acha, no se correspondió en sus resultados con los objetivos que pretendía. « No se trata de superar la huelga, sino de mitigar sus efectos», afirmó a EL PAIS el secretario general de Correos y Telecomunicación, Eugenio Mazón, en relación con los objetivos que persigue la denominada «Operación Mercurio» («Mercurio es el Dios Alado, símbolo de Correos»).

Sin embargo, según pudo constatar EL PAIS, el efecto causado entre los ciudadanos madrileños, a los que se pretendía hacer llegar la correspondencia que, a causa de la huelga de carteros que hoy entra en su quinto día, permanece paralizada en la central, fue totalmente negativo. «Nos han tomado el pelo», «esto es una falta de respeto al pueblo » y frases por el estilo fueron repetidas una y otra vez por las in contables personas que, confiadas en el anuncio hecho por el director general, señor Acha, en la noche del pasado viernes, acudieron a partir de las cuatro de la tarde de ayer a los distritos de cartería a recoger su correspondencia: ésta no se encontraba en las escasas dependencias que permanecían abiertas.No obstante, según declaró a EL PAIS el secretario general de Correos. La «Operación Mercurio» ha resultado positiva. De los casi tres millones de envíos postales que permanecen sin distribuir como consecuencia de la huelga, ayer fue clasificado el correo urgente «en una proporción no determinada»y se recogieron los buzones de la central. El reparto de correspondencia, -con acusadas irregularidades-, sólo pudo alcanzar a los distritos situados en el Palacio de Comunicaciones y a otros dos que cubren los barrios de Ventas y Prosperidad. El resto de distritos que figuraban en la lista facilitada a los medios informativos por la Dirección General de Correos y a los que se invitaba a los madrileños a acudir en busca de su correspondencia, permanecieron cerrados en, su mayor parte y en ninguno de ellos fue entregada carta alguna.

El trabajo desarrollado ayer en la central, según la información facilitada por el señor Mazón, fue efectuado por unos 600 jóvenes, que acudieron de forma voluntaria, a los que se contrató en las mismas condiciones en que se hace con el personal ajeno al. funcionariado de Correos en el período navideño, con el fin de atender la mayor abundancia de correspondencia. Merced al trabajo de los voluntarios, en la jornada -de ayer pudieron ser distribuidas varías sacas conteniendo correspondencia bancaria y fue atendido el pago de giros, tanto en la Caja Postal de Ahorros como en el Palacio de Comunicaciones.

La «Operación Mercurio» finalizará mañana, «pues no querernos privar a los funcionarios de sus puestos de trabajo, aunque permanezcan en huelga». Durante la jornada de hoy sólo será repartida la correspondencia, ya clasificada, en la central. «Si interesa que quede claro, agregó el señor Mazón, que no existe en absoluto riesgo de que la correspondencia sea violada. Los voluntarios contratados lo han sido mediante previa identificación, se les ha dotado de tarjeta de identificación y, en todo momento, han trabajado bajo dirección técnica.

Telégrafos se suma a la huelga

Mientras tanto, la postura de los huelguistas continuó ayer sin alteraciones. A media mañana, tras celebrar asambleas en las distintas secciones, los funcionarios de Telégrafos decidieron sumarse a la huelga, quedando inmediatamente paralizada la sala de aparatos situada en el Palacio de Comunicaciones. De esta manera, en las diversas sucursales urbanas de Madrid el trabajo quedó también paralizado. No obstante, según informó el señor Mazón, los telegramas urgentes y los denominados como de vía preferente, son atendidos.

Según informó a EL PAIS una comisión de Telégrafos, elegida para negociar con la dirección las reivindicaciones que han motivado la huelga, durante la mañana de ayer mantuvieron una reunión con personal directivo, sin que se lograra acuerdo.

En estas mismas fuentes se aseguró a EL PAIS que sus interlocutores justificaron la «Operación Mercurio» en el riesgo de hundimiento que corre la estructura del edificio central de correos a causa del extraordinario peso que soporta dado el número de sacas almacenadas en su interior.

Manifestación y detenido

Desde primeras horas de la mañana se concentraron ante la sede del Palacio de Comunicaciones más de mil huelguistas, a quienes se les impidió su entrada al trabajo al negarse a firmar un documento por el que se comprometieran a desarrollar su actividad con normalidad.

Poco antes de las dos de la tarde -la mañana había transcurrido sin incidentes, mientras los huelguistas observaban la presencia del personal voluntario- la policía procedió a la detención de Jerónimo Lorente, presidente del autodenominado Comité Ejecutivo Sindical de los carteros madrileños, lo que motivó un cierto desconcierto entre los presentes, algunos de los cuales trataron de impedir la detención.

En el forcejeo se produjeron algunos disparos, de los que, al parecer, resultaron heridos dos huelguistas, uno de los cuales hubo de ser atendido en un centro médico no determinado. Tras la detención de Jerónimo Lorente, los huelguistas se manifestaron por las inmediaciones de la plaza de Cibeles, coreando diversos gritos, entre ellos «Acha, dimite, Correos no te admite». La intervención de la policía acabó con la manifestación.

Mientras la huelga en Madrid continúa sin que exista ningún síntoma de una próxima solución al conflicto (los huelguistas, de una parte, y la Administración, de otra, persisten en sus posturas), ayer se sumaron al paro once provincias y se cree que mañana lo harán las restantes.

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