La casa McLaren amenaza con retirarse

Teddy Mayer, director de La escudería McLaren, declaró ayer que considera estos días la posibilidad de retirar sus coches de las competiciones, en señal de protesta, por la actuación de los comisarios deportivos en el Gran Premio de Italia, disputado el pasado 12 de septiembre en el circuito de Monza.

El problema que allí se suscitó fue que James Hunt, piloto de McLaren, fue relegado al último puesto en la parrilla de salida después de haber conseguido el noveno mejor tiempo en los entrenamientos. La razón esgrimida para ello fue que los comisarios encontraron que Hunt utilizaba para su coche un carburante de octanaje 101,6, en lugar de los 101 que como máximo admite el reglamento. El presidente de la comisión deportiva internacional (CSI), el francés Pierre Ugeux, declaró anteayer en París que tanto la casa McLaren como la Texaco, suministradora del carburante, no podían ser consideradas responsables por las diferencias de octanaje que se pueden producir, tanto en la obtención de los carburantes como en sus análisis, y añadió que la CSI trabajará inmediatamente sobre el tema de la reforma de las normas en este sentido.A este respecto, Teddy Mayer declaró que «la CSI ha reconocido claramente lo inadecuado de los reglamentos, y debe hacer una profunda revisión de los mismos para que no se produzcan nuevas controversias». Según su opinión, sólo se deberían conceder la mitad de los puntos del Gran Premio de Italia, ya que el director de la carrera detuvo la misma con la bandera negra cuando comenzó a llover antes de cumplirse la mitad de la prueba, señal ésta que no fue respetada por los corredores, que siguieron la prueba hasta el final. Por último, Teddy Mayer declaró que el campeonato mundial debería ganarse en las pistas, y no en los tribunales de apelación. Y finalizó al expresar que la decisión de la posible retirada de McLaren sería tomada la semana próxima, una vez estudiadas todas las consecuencias de carácter legal que de cara a los patrocinadores podría traer la retirada.