Cincuenta y cinco presos políticos siguen en huelga de hambre
La huelga de hambre que se inició la pasada semana en varia s prisiones españolas era seguida por 55 reclusos hasta primera hora de la tarde de ayer, en las prisiones de Carabanchel y, Yeserías, de Madrid, y en Ocaña y Jaén.Según Europa Press, ayer descendió el número de huelguistas en los tres primeros centros, pero a ellos se unieron 15 presos de Jaén el domingo, tras hacer público un comunicado en el que critican duramente la amnistía concedida.
En Carabanchel (Madrid) eran 22 los reclusos en huelga de hambre. La huelga, en este centro, remite en numero, pues la iniciaron una cuarentena de presos (todos políticos, excepto cinco comunes), y el pasado sábado la mantenían 23.
En la prisión de mujeres de Yeserías, también de Madrid, ayer eran cinco las reclusas en huelga, el mismo número que el sábado, de las 12 que empezaron el viernes. Las huelguistas se hallan en celdas de castigo, donde el calor es sofocante, según informaron a EL PAÍS los abogados de las mismas, los cuales han realizado algunas gestiones para que se las saque de allí. Se les contestó que la junta de régimen interior de la prisión es la que debe decidir. A última hora de la tarde, algunas de las reclusas recluidas han sido examinadas por los servicios médicos de la prisión ante la agravación de su estado de salud, y es probable que sean trasladadas al hospital penitenciario de Carabanchel.
En el penal de Ocaña se encuentran en huelga 13 presos delos 14 que empezaron, la mayoría de ellos integrantes del grupo que fue trasladado desde Carabanchel tras el motín del 31 de julio, a raiz del cual empezó la huelga en, este último centro, del que se extendió a Yeserías y Ocaña.
Protesta de los comunes en Córdoba
Unos 70 presos comunes de la prisión de Córdoba están sancionados después de sus manifestaciones de protesta realizadas durante la semana pasada.
Según el relato de los hechos que hicieron los abogados de los reclusos, los cerca de 300 de éstos se manifestaron en el centro el edificio con pancartas que pedían amnistía y libertad, libertad y trabajo, así como facilidades de reintegración a la sociedad.
Los presos, que en todo momento observaron una actitud pacífica, centraron sus reivindiaciones en la necesidad de obtener trabajo al abando-nar la cárcel, porque la mayoría de los que salieron libres con el último indulto, volvieron a delinquir, para mantener a sus familias, ya que se hallaban sin medios de subsistencia.
Las fuentes insistieron en la actitud pacífica mantenida en todo momento por los reclusos, que incluso durante su manifestación formaban ordenadamente a cada toque de recuento que hacían los funcionarios de la cárcel. Finalmente, ante la presencia de las fuerzas especiales de la Policía Armada que habían acudido a la cárcel, todos los presos volvieron a sus celdas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.