Soluciones sobre la marcha
Por buenas que sean las condiciones mecánicas de nuestro coche y, por concienzuda que haya sido la última revisión efectuada, siempre cabe la posibilidad de que una inoportuna avería estropee las vacaciones, o por lo menos, las reduzca con todo ese complicado proceso de buscar un teléfono, llamar a un taller o a una grúa, conseguir la presencia de un mecánico, etcétera. Y si la avería ocurre en día festivo ¡para qué hablar!Conviene, por tanto, ir prevenido ante esta eventualidad, y, para ello, nada mejor que tener alguna idea sobre aquellas pequeñas pegas -fáciles de resolver con la sencilla dotación de herramientas del coche y unos pocos repuestos de los más imprescindibles-, que pueden presentarse con mayor probabilidad. He aquí entonces la descripción de algunas de ellas, sus causas y la mejor manera de resolverlas:
El motor no arranca en caliente. Si después de una parada el motor, todavía caliente, no arranca, a pesar de haber funcionado bien anteriormente, el elemento más sospechoso de fallo será el carburador, que posiblemente se haya inundado. La mejor solución para salir del paso en estos casos es quitar las bujías, quemarlas -es decir, mojarlas en gasolina por el lado de los electrodos y prenderlas fuego-, y volverlas a colocar. De esta forma, seguramente, se logrará arrancar con facilidad, pero el problema volverá a presentarse. Para resolver definitivamente la pega, será preciso revisar el nivel de la cuba del carburador y, en especial, asegurarse del buen cierre de la válvula de entrada de gasolina.
Fallo del encendido. Si al cabo de algunas falsas explosiones se para el motor y luego no hay forma de arrancarlo, es probable que todo se deba a que los platinos o contactos del ruptor han quedado cerrados, al desgastarse la fibra de apoyo del ruptor en su roce con la leva. La solución es sencilla: basta quitar la tapa del delco, girar el motor -empujando el coche con la cuarta velocidad metida- hasta que una de las crestas de la leva se sitúe bajo la fibra del ruptor, aflojar los tornillos de sujeción del conjunto ruptor, y hacerlo bascular hasta dejar entre los contactos una holgura equivalente al espesor de una tarjeta de visita.
Fallo simultáneo de varios elementos eléctricos. Si dejan de funcionar a la vez, por ejemplo, la luz de cruce derecha, el claxon y la luz interior, sin duda el motivo es un fusible fundido. Habrá que destapar entonces la caja de fusibles -en el librito de entretenimiento del coche generalmente viene su localización-, ver cuál de ellos es el que está fundido y sustituirlo por uno de recambio o por otro que -de momento no sea necesario -por ejemplo el de la calefacción.
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