Antonia Real superó dos récords de España

Antonia Real, Santiago Esteva y Jordi Comas fueron eliminados. Antonia Real, no obstante, superó el récord de España de los 800 metros libres que ella misma ostentaba y al paso de los 200 mejoró el que tenía Begoña Arrabal en esta distancia. A la natación española solamente le queda la actuación de Silvia Fontana. Los demás ya pueden regresar a casa.Lagn Lenton, López Zubero, Antonia Real y el equipo de relevos han cumplido su papel olímpico al superar marcas españolas. Los demás han venido a competir sin aspiraciones. Antonia Real tomó parte en la tercera eliminatoria de los 800 metros, en la que se produjo el triunfo de Shirley Babasshof y ocupó la sexta plaza. Antoñita mejoró su marca nacional que poseía en 9-12-2, al nadar en 9-07-24. Al paso por los 200 metros, con un tiempo de 2-13-55, mejoró el récord de esta distancia, que tenía Begoña Arrabal en 2-13-86. En esta prueba la estadounidense Nicole Kramer mejoró el tiempo olímpico, pero en la segunda la germana Petra Thumer estableció lo que ya es récord, al nadar en 8-46-58. El anterior estaba en 8-59-68 y lo poseía Keena Rothhamer. Shirley Babasshof es la actual redordwoman mundial, con 8-39-63. Antonia Real fue decimosexta en la general de las eliminatorias.

En los 200 braza, Rick Colella superó el récord olímpico, y en la cuarta serie David Wilbie lo mejoró de nuevo. En los 200 espalda Santiago Esteva ocupó la cuarta plaza de su serie, pero no siguió adelante porque su tiempo no pasó de ser el decimoséptimo. Hizo 2-08-63 cuando su récord nacional está en 2-07-36. Johan Naber consiguió aquí otro nuevo récord olímpico, al marcar 2-02-01. El anterior estaba en 2-02-82 y lo poseía Roland Matthes, cuyo reinado ya ha terminado definitivamente.

Fue Comas quinto en su serie de los 100 metros, con 54-05. Su récord está en 53-07. Fue vigésimo.

El mejor árbitro español del momento, Emilio Guruceta, dirigió en Ottawa el encuentro URSS-Corea del Norte. El partido señalaba empate a cero en el marcador cuando Guruceta señaló un penalty favorable a los soviéticos que algunos no entendieron como demasiado claro. Hubo protesta coreana y Guruceta expulsó a un jugador. Posteriormente, un coreano lanzó contra el árbitro guipuzcoano una botella llena de agua. URSS ganó el partido po 3-0, pero Guruceta tuvo que se acompañado por la policía a los vestuarios a fin de protegerle de las iras coreanas.