Prosigue el malestar entre los taxistas

La pugna en la que concluyó el pasado lunes la asamblea de la Agrupación de auto-patronos, empresarios y gran turismo -enfrentamientos, insultos y ulterior disolución por la policía-, hace reinar el temor de que una nueva asamblea se demore demasiado, respecto al grado de urgencia que la solución de los problemas del sector requiere.

No obstante, la medida planteó algunas dudas, por cuanto el interés respecto a los retornos no era igualmente compartido por los asistentes a la asamblea.En cuanto al tema de los carnés de segunda paralos taxistas, propuesto por la presidencia -ocupada desde hace dos meses por Manuel Conde- fue rechazado; tal cual estaba planteado, se pedía que fuera autorizada la conducción de taxis con este tipo de carné, al objeto de evitar entre los taxistas de edad, que la pérdida de facultades fisicas revierta en la pérdida de su trabajo si no superan las pruebas de revisión de sus documentos. Un nutrido grupo de taxistas señaló que la solución no residía en aceptar la propuesta, sino más bien en cubrir tal eventualidad mediante una seguridad social justa en los casos de descalificación física comprobada, de modo que no quedara degradada la profesionalidad del gremio con los carnés de segunda.

También resultó polémico el punto relativo a las vacaciones. Actualmente, los taxistas libran el día de la semana que coincida con el último número de su licencia, más dos domingos, pares o impares, según el número de sus licencias termine con cifra impar o par. Pueden optar por adecuar paridades, según una reciente oferta municipal, si bien amplios sectores postulan un sistema de libranza nuevo consistente en la alternancia de domingos trabajados y librados, más un día a la semana. Al parecer, con este nuevo sistema, el número de taxis libres de servicio cada día aumentaría hasta 2.600, frente a los 1. 500 que descansan cotidianamente bajo el sistema anterior. Además se nos asegura la libranza global aumenta anualmente unos cuantos días de forma que una actividad tan peculiar como la del taxi resulta más llevadera para los productores.

Fue la discusión de este punto la que mayor conflictividad segregó, pues la controversia desembocó en actitudes violentas latentes desde el comienzo de la asamblea.

Cunde progresivamente el malestar entre los auto-patronos de taxi de Madrid, tras el fracaso de la asamblea gremial que el pasado lunes, como informaba EL PAIS, terminó disuelta por la policía a raíz de los enfrentamientos entre los asistentes.

Un grupo de auto-patronos nos ha querido relatar algunos aspectos de su problemática, violentamente explicitada en la reunión de la sede de la Organización Sindical durante la cual algunos empresarios y auto-patronos intercambiaron golpes, empujones e insultos. Según nos informan, el primer punto que originó actitudes encontradas fue el de la aprobación de los presupuestos correspondientes a 1974-1975, etapa en la cual no pertenecía a la Agrupación de auto-patronos y Empresarios y Gran Turismo un denso núcleo de productores, asimilado al sector recientemente por una resolución administrativa que concedía la incorporación a los taxistas que llevaran más de cinco años en el sector. Al parecer, la discusión de este punto incluía extremos relacionados con gastos de representación, a juicio de algunos asistentes, sin aclaración nítida y con un monto muy elevado.

Otro de los puntos en litigio consistió en el proyecto de integración de los taxis de la provincia a los de Madrid. En líneas generales, la propuesta versaba sobre la reciprocidad de atribuciones y funciones entre los taxis de la provincia y de la capital, situación que frecuentemente ha ocasionado conflictos al prohibirse al taxista capitalino admitir viajeros después de un trayecto desde Madrid hasta cualquier punto de la provincia; además, la situación inversa también ha provocado enfrentamientos, cuando los taxistas del área provincial han cargado viajeros en el casco urbano. Mayoritariamente se dio el consenso entre los agrupados, que admitieron la integración, siempre y cuando se respeten las percepciones por retorno, que únicamente cobra el productor de auto-taxi y no el empleador.