Estrada mucho mas cerca de Hamilton

En el caminar de la selección española hacia Hamilton se ha, producido una importante novedad: Miguel Angel Estrada se ha unido al resto de jugadores llamados por Antonio Díaz-Miguel, y aunque la seguridad de su concurso aún no es definitiva, al menos se le prepara por si su mano dañadaresponkle a tiempo, es decir, antes de salir hacia Hamilton.El primer sorprendido con la recuperación de Estrada fue el propio doctor Guillén, médico de la selección, cuando le reconoció y observó que con sólo 34 días el hueso estaba perfectamente soldado.

De inmediato lo puso en conocimiento del seleccionador y ante la posibilidad, de recuperación total que existe, el pasadolunes Miguel Angel viajó a Madrid para iniciar los ejercicios por su cuenta.

Mientras sus compañeros ensayantácticas yJugadas, él sostiene un duro mano a mano con Paco Guede -un experto en estas lides- y hace movimientos suaves hasta que el dolor se produce. «No conviene forzar, hay que aumentar poco apoco, con dolor no se adelantaría nada», son palabras de Jorge Guillén.

Miguel Angel Estrada ha llegado con una fisonomía un tanto distinta, desprovisto de su poblada barba rubia, parece otro. La sonrisa de la ilusión no se le borra. «Ni yo ni nadie sabemos en este momento sipodré participar en Hamilton, todo depende de la mano. Ponemos los medios para qué la recuperacion sea lo más rápida posible.»

Díaz-Miguel, por su parte, se muestra tan escéptico como los demás: «Ya Yeremos como se desenvuelve de aquí al día seis -fecha enque tiene que dar la relación nominal de los jugadores-, ahora está con la miel en los labios al verse aquí pero todavía es prematuro aventurarsi podré contar con Miguel Angel. Caso de que pudiera hacerlo, no me preguntes quién quedará fuera, porque eso tendría quepensarlo mucho antes de tomar una decisión.»

El caso es que la espita de la esperanza está abierta. Con Estrada, la selección ganaría en altura y poder reboteador, pero es conveniente que si se le elige sea con una seguridad y plenas garantías de que respondería. Correr el riesgo podría tener fatales consecuencias.