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Los toros difíciles

Toros de antaño: nervio, casta y en ocasiones, atisbos de bravura. La corrida fue un encierro clásico de toros con cuatro años que tiene dentro una reata de ganadería de clase, lo que significa raza, casta y nervio. En esta ocasión sacaron más de nervio que de lo otro, alqo que tiene su importancia. Ninguno de ellos flaqueó de patas y se comportaron como toros de lidia: no se cayerón.¿Fueron buenos para pegar pases? No, no fueron toros de pases fueron toros para hombres con ganas, imaginación y deseos. Hubo un torero, que además delodo eso puso la muleta en el morro del toro, y el corazón en medio de la suerte, y ésta le correspondió premiándole con el triunfo.

El público lo ha pasado bien, ha comprendido las dificultades de Ios toros y ha visto con extraña, alegría que, lo de hoy, no era «lo de todos los días»; sentían el peligro, veían las dificultades y se divertían porque, a la postre, estaban presenciando la lucha del hombre con el toro,Podríamos decir que en esta corrida «no ha pasado, nada», pero si ha pasado algo importante: la compenetración del público con el torero y con las dificultades del toro; sentir, el «verdadero péligro» y comprender, que torear, no es sólo «pegar pases», sino lidiar, esto es, tener conciencia que había «toros en la plaza» y hombres, que tenían que superar sus dificultades.

Preguntó: ¿cuántos toros van a salir, en esta feria con dificultades y cuántos toreros serán capaces de superarlas? Habrá toreros, toros y un público dispuesto a entender, por lo derecho, nuestra fiesta.

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