El Juventud, justo vencedor del Madrid

Lleno a rebosar en el Polideportivo Municipal de Cartagena, que se inauguró con esta final, aunque la ceremonia oficial tuviera lugar unos minutos antes de que los dos equipos saltaran al campo. Al final, Santillana, capitán de los badaloneses, recogió la copa de campeón y Luyk, capitán madridista, la de subcampeón.El Juventud dominó al Real Madrid durante los cuarenta minutos de juego y dio la sorpresa de erigirse en campeón de esta Copa que se llevan para Badalona cori todos los merecimientos. Meléndez planteó el encuentro de tal forma que sus rivales no fueron capaces de contener a los verdinegros, que paulatinamente incrementaron su ventaja en el marcador y hasta se permitieron el jugar los últimos minutos con la tranquilidad que su ventaja les proporcionaba.

Por fin, los equipos con parecido potencial al Madrid se han dado cuenta que los blancos no son imbatibles.

Hace una semana fue el Barcelona; entonces cabía echar la culpa a la falta de interés que los madridistas tenían por el campeonato liguero. Pero en esta ocasión ha sido el Juventud elque ha vencido

Los de la penya jugaron un encuentro en el que desde el principio parecían convencidos de su triunfo. A la postre, el resultado les vendría a dar la razón. Con esta seguridad y la soltura en el juego que exhibían aguantaron a sus rivales hasta el minuto 16 (39-39), y sólo sesenta segundos después ya habían puesto seis puntos por medio, para llegar al descanso con un sorprendente 51-41.

En la continuación las diferencias oscilaron siempre entre los siete puntos y los diecaséis, que ya tenían los de Badalona a los cuatro minutos (63-47). Aunque en los seis minutos finales, Sainz ordenó pressing en todo el campo, no pudo evitar que el marcador hiciera justicia al final y señalara un claro 99-88 favorable al Juventud.

Los vencedores completaron un partido sensacional, con Fernández de ejecutor casi infálible en los veinte primeros minutos, Escorial en plan mandón, con autoridad para dirigir y recursos para anotar, muy bien apoyado por Bosch. Santillana se bastaba para ganar la partida a los hombres altos del Madrid, y Filbá y Delgado, cuando entraron en juego, no desentonaron.