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El auge de Sinner corona la ambición de Italia

El número cuatro redondea el triunfo contra Australia (2-0) y, con un pleno en la Finales, cinco de cinco, guía a su país hacia un título que se le resistía desde 1976

Jannik Sinner, durante el partido contra De Miñaur en el Martín Carpena de Málaga.
Jannik Sinner, durante el partido contra De Miñaur en el Martín Carpena de Málaga.VIOLETA SANTOS MOURA (REUTERS)
Alejandro Ciriza

Se cierra el curso del tenis con un doble merecimiento. Acaba este 2023 con la imagen de Jannik Sinner brazos en alto, envuelto por sus compañeros y posando con sus característicos rizos pelirrojos junto a la Ensaladera; le sobran méritos al italiano, protagonista de un final de año sencillamente espectacular. A lomos de él, cinco títulos este ejercicio y un salto más que prometedor, su país celebra tras casi medio siglo de búsqueda, muchas frustraciones y todavía más empeño, reflejado en la ambiciosa apuesta efectuada durante la última década. Remitía la historia a 1976 para dar con el primer premio de Italia en la Copa Davis y le encumbró otra vez este domingo, cuando Australia se inclinó (2-0) sin rebeldía alguna en la final de Málaga. Matteo Arnaldi decantó a su favor el primer turno individual (7-5, 2-6 y 6-4 a Alexei Popyrin, en 2h 29m) y Sinner, quién si no, consolidó finalmente el éxito (6-3 y 6-0 a Alex de Miñaur, en 1h 21m).

Se asienta el triunfo italiano sobre su joven líder, que a sus 22 años compite con trazos de gran tenista. Tumbó a Novak Djokovic en Turín la semana pasada, repitió contra el serbio en las semifinales del sábado y en el desenlace, de nuevo colosal, puso la rúbrica a la competición sin titubeos: para acabar, otro paseo. Selló el desfile por el Martín Carpena con un pleno, cinco de cinco; contribuyó por partida doble frente a Países Bajos, aportó otros dos puntos ante Serbia y redondeó un trimestre final fantástico, con los trofeos de Pekín y Viena, y 64 victorias que le sitúan solo por detrás de Daniil Medvedev (66) y Carlos Alcaraz (65). Instalado en el cuarto peldaño de la ATP y aparentemente despojado de las dudas, su acelerón sugiere emociones fuertes con él para la próxima temporada.

Su alegría es la tristeza de Australia, derrotada otra vez tras la decepción de hace un año frente a Canadá. Quería Lleyton Hewitt cerrar ese círculo virtual que abrió en 2003, fecha de su última coronación como jugador, pero el capitán oceánico chocó de nuevo contra un adversario superior y los suyos contabilizan 20 finales perdidas ya, al margen de los 28 títulos que supera únicamente Estados Unidos (32). Dispone de una buena base, pero le faltan elementos diferenciales; podría serlo Nick Kyrgios, pero dimitió en octubre del ejercicio pasado y desde entonces tan solo ha disputado un partido, en Stuttgart. Él y Sinner, dos planetas distintos, esferas diferentes. Frente a la dispersión y al talento desperdiciado, profesionalidad y un tesón a prueba de bombas; no ha explotado todavía el italiano, pero más pronto que tarde cantará el bingo individual y se situará en la primera línea, mano a mano con Alcaraz.

Dice el presidente de la federación italiana, Angelo Binaghi, que precisamente ahí, en ese generoso margen de crecimiento que todavía ofrece, radica el gran activo. Es decir, Sinner ya salta a la vista, pero será aún mucho mejor. Rezuma optimismo el dirigente y no le faltan argumentos, porque el tiempo perfila una estrella e Italia reafirma su vigor actual; al título obtenido en Málaga, capitaneado por Filippo Volandri, le precedió la final alcanzada dos semanas antes por sus féminas en la Billie Jean King Cup de Sevilla, y en el top-100 de la ATP figuran ahora mismo seis representantes, signo de buena labor; reluce el pelirrojo, se disfruta con la clase de Lorenzo Musetti (27º) y a la competitividad de Arnaldi (44º) o Lorenzo Sonego (47º) se añade la juventud de Flavio Cobolli (100º) y la esperada reacción de Matteo Berrettini, lastrado por las lesiones tras haber sido finalista en Wimbledon y número seis del mundo.

Atrás queda la referencia de los Barazzutti, Panatta o Bertolucci, componentes de aquel glorioso episodio del 76, y la aún más lejana de Nicola Pietrangeli, doble vencedor de Roland Garros (1959 y 1960); brilla ahora esta sugerente hornada generada por el proyecto federativo que inició en 2001 el propio Binaghi. Se han potenciado la formación en las categorías inferiores y se ha disparado la cifra de torneos challenger que catapultan hacia la élite profesional; con el calcio de capa caída y las señales que emite Sinner, la apuesta mediática por el tenis se hace fuerte y en los despachos se ha ganado influencia con la presidencia de Andrea Gaudenzi en la ATP; la Copa de Maestros se disputará en Turín, como mínimo hasta 2025, y la cita maestra de las jóvenes promesas –que Alcaraz ganó en 2021– tuvo acogida de 2017 a 2022 en Milán.

Tras las finales perdidas en 1977, 1979, 1980 y 1998, negadas antes las de 1959 y 1960, llegó por fin la felicitá y Sinner da relieve a la gran obra de esta Italia moderna que saborea su segunda Davis.

10 AÑOS DE ALTERNANCIA Y SELLO EUROPEO

A. C.

En la última década, el listado de campeones de la competición registra a diez naciones diferentes. En dicho periodo triunfaron la República Checa, Suiza, Gran Bretaña, Argentina, Francia y Croacia antes de que se diera paso al formato actual, que abrió España; posteriormente ganó Rusia y la edición del año pasado fue para Canadá. Ahora manda Italia.

Estos diez últimos años reflejan además la primacía de Europa; únicamente interfirieron los argentinos y los canadienses. Rebobinando más atrás, solo fueron capaces de imponerse a los países del viejo continente las dos más poderosas, Australia (2003) y Estados Unidos (2007). Con dos trofeos, los italianos igualan a los checos y los croatas.

Por otra parte, la organización confirmó que la Davis mantendrá el formato (clasificatorias, grupos y fase final), las fechas (febrero, septiembre y noviembre) y las localizaciones de cara a 2024, al igual que la Billie Jean King Cup; por tanto, Málaga albergará las Finales masculinas por tercer año seguido y Sevilla las femeninas por segunda vez. En este último caso, ya se han confirmado el acceso directo de España, en condición de anfitriona, así como de Canadá, la última campeona, y de la República Checa, en reconocimiento a su trayectoria en los últimos años.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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