Alcaraz, o una fuerza imparable en Pekín
El murciano despacha a Ruud (6-4 y 6-2 (en 1h 44m) y se adentra en las semifinales del torneo chino, en las que chocará con Sinner. Medvedev-Zverev, el otro cruce
Casper Ruud desciende al infierno súbitamente. Y el trompazo es monumental. 3-0 por encima en el primer parcial, el nórdico disfruta de una renta que en un abrir y cerrar de ojos termina hecha añicos, fruto seguramente del vértigo que sufre cuando se ve por encima de Carlos Alcaraz y este, cabreado, enciende el turbo y aprieta más y más. Pelea y pelea, pero ya no tiene escapatoria. Al noruego le dura el espejismo el cuarto de hora que invierte el español en darle la vuelta a la situación y encarrilar un duelo entretenido y con varios destellos, resuelto como casi siempre a favor del número dos. El 6-4 y 6-2 (en 1h 44m) conduce al murciano al cruce del martes (13.30, Movistar) con el italiano Jannik Sinner, superior a Grigor Dimitrov (6-4, 3-6, 6-2), y saca brillo a una temporada traducida en una verdadera oda a la regularidad. Rara vez pincha el de El Palmar.
Son 14 torneos los que ha disputado este año y en 12 de ellos ha firmado al menos las semifinales. Son dos las excepciones: Roma, tercera ronda ante Fabian Marozsan y Toronto, cuartos con Tommy Paul. El resto del trazado describe la estela de un Fórmula 1 que suma y sigue, ansioso por dejar la primera muesca en Asia y por redondear un curso en el que encabeza el registro de títulos (6) y victorias (61); también le seduce la idea de liderar la linealidad, en manos de Novak Djokovic. El serbio manda tanto en los grandes escenarios como en la carrera anual, pero la distancia entre uno y otro se ha recortado a 580 puntos. De aquí al cierre de noviembre, el murciano tiene campo abierto por delante y sigue resolviendo cada intervención con una suficiencia sobresaliente. La exhibición contra Ruud es de nota.
No encuentra el noruego la forma de hincarle el diente, por más que recurra a una u otra vía, o incluso parta con un escenario favorable como el de este lunes. El inicio confunde, pero el español reacciona de forma aplastante. Antes de que Ruud dibuje un marcador inusual, esos tres juegos por encima, el nórdico ya sufre el estrés tan característico al que suele someter Alcaraz a sus rivales, acosados desde los primeros intercambios y obligados a remar corriente en contra para no perder el sitio en el duelo a las primeras de cambio. Se costea cinco opciones de break y empuja durante los 15 minutos que se extiende el primer juego, aunque Ruud salva el pellejo y a continuación aprovecha el despiste pasajero de su adversario. Hay una fase de descontrol, ligeros devaneos, pero enseguida se impone la lógica. Lo hace el ganador sin piedad.
“Ha sido duro, con grandes intercambios al principio, también durante el resto del partido… Pero encontré las soluciones después de ese primer juego, y eso me ha dado un extra de confianza. Ahí he demostrado que estaba preparado para la batalla”, afirma sabiendo que en la otra semifinal (10.30) chocarán Daniil Medvedev y Alexander Zverev, superiores a Ugo Humbert (6-4, 3-6 y 6-1) y Nicolás Jarry (6-1, 6-7(5) y 6-3), de manera respectiva. “Ahora mismo tengo mucha confianza. El no bajar el nivel durante el partido y mantenerlo todo el rato es algo en lo que estoy trabajando, y hoy me ha salido bien”, agrega el vencedor. Un tenista abrasivo.
✅ Con un 30/40 en contra
— Tenis en Movistar Plus+ (@MovistarTenis) October 2, 2023
✅ Sobre una pelota cortada
✅ Un metro tras la línea de fondo
✅ En diagonal
Esta dejada solo se le ocurre a Carlos Alcaraz. #LaPistaDelTenis pic.twitter.com/njUVlyw2oO
Son cuatro encuentros y otras tantas victorias frente a Ruud, un trabajador de tomo y lomo, profesional modélico y cada vez mejor desenvuelto en el asfalto; sin embargo, su tenis no encuentra todavía la réplica suficiente a propuestas tan sumamente agresivas como las de Alcaraz. El de Oslo se ha convertido a sus 24 años en un fijo del top-10 y ya ha alcanzado tres finales de Grand Slam, las de Roland Garros (2022 y 2023) y el US Open (2022), pero una y otra vez sale trasquilado. Ocurrió en Marbella, Miami y Nueva York, y se repite la escena de nuevo en China, donde Alcaraz ya sobrevuela la penúltima ronda del torneo sin haber cedido un solo set y en línea ascendente. Como ya sucediera en las dos estaciones previas frente al alemán Yannick Hanfmann y el italiano Lorenzo Musetti, el destino del partido está en su raqueta.
Lo prueba todo Ruud, más directo o más pastoso en el peloteo, cambiando alturas o pegándole plano, pero en todo momento se ve exigido a aguantar el muro. Hasta 11 veces repele la agresión del rival, que al final atina en cuatro opciones de rotura y decanta felizmente. A velocidad de crucero, muy pocos son los que pueden frenar a Alcaraz. Ahí están Djokovic y Medvedev. Y muy poquito más. Fresco y afilado, como un misil vestido de verde, aguarda el compromiso del martes intacto y subrayando otra vez más la precocidad a la que tiene acostumbrado al aficionado, que no contemplaba a un jugador menor de 21 años capaz de firmar tantas semifinales en una misma temporada desde que lo consiguiera el sueco Stefan Edberg, que capturó 16 en 1986. Palabras mayores un día más.
CARREÑO VUELVE SIETE MESES DESPUÉS
Pablo Carreño reapareció este lunes después de siete meses y medio de ausencia debido a una lesión en el codo. El asturiano, de 32 años, regresó a la pista en el Alicante Challenger que se disputa en las instalaciones de la Ferrero Tennis Academy, en Villena (Alicante). Perdió por 6-3 y 7-5 frente al valenciano Pedro Martínez, pero superó el examen físico después del largo periodo de inactividad.
El gijonés comenzó a tener serios problemas en el codo en noviembre de 2022. En concreto, una fuerte tendinitis que no le impidió competir a comienzos de año en Australia, pero sí a continuación. El duelo disputado el 13 de febrero en la primera ronda de Róterdam había sido su última aparición hasta este regreso porque después, el día previo a saltar a la pista en Indian Wells, sufrió una rotura pronunciada en el tendón.
En la enfermería desde entonces, Carreño parece haber cerrado el calvario y tratará de aprovechar este último tramo de la temporada para recuperar sensaciones de cara a 2024. Antes del parón era el 13º del ranking y hoy día ocupa el puesto 193.
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