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TENIS | US OPEN
Columna
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Alcaraz y Djokovic ocultan sus cartas

Tanto el uno como el otro han tenido sus pequeños altibajos y han estado lejos de ofrecernos su mejor versión, pero creo que tampoco necesitaban recurrir a ella

Carlos Alcaraz US Open
Alcaraz se dispone a servir durante un partido del US Open.Charles Krupa (AP / LAPRESSE)
Toni Nadal

Los dos máximos favoritos de este US Open —en realidad, de cualquiera de los últimos torneos en los que hayan participado— están cerca de volver a enfrentarse en la final. Después de las dos últimas disputadas por ambos, en Wimbledon y el Masters de Cincinnati, los aficionados esperan un nuevo capítulo de esta nueva rivalidad entre Novak Djokovic y Carlos Alcaraz.

Los dos han progresado sin grandes esfuerzos. Es cierto que el serbio se vio obligado a remontar dos parciales a Laslo Djere en la tercera ronda, pero también lo es que al final tuvo muy pocos problemas para desembarazarse de su compatriota. Por su parte y en esa misma escala, el español sólo tuvo un pequeño traspiés ante el británico Daniel Evans, al que derrotó en cuatro sets, en vez de en tres. El uno y el otro, por tanto, han tenido sus pequeños altibajos y han estado lejos de ofrecernos su mejor versión, pero creo que tanto Carlos como Novak han sido conscientes de que debido a la entidad de sus rivales tampoco necesitaban recurrir a ella.

Ayer el balcánico resolvió con autoridad el cruce con Taylor Fritz —un jugador irregular, visiblemente desgarbado y con unos desplazamientos algo torpes, pero que cuando consigue ofrecer una buena actuación se convierte en un rival altamente peligroso—, y hoy nuestro representante también tiene un difícil compromiso: el cada vez más recuperado Alexander Zverev. Muchos meses después de su grave lesión en un enfrentamiento contra Rafael en Roland Garros, la pasada temporada, parece que está más cerca de recuperar el nivel que nos mostró en años precedentes y que lo llevó a ocupar la segunda posición del ranking mundial.

En los octavos, el alemán derrotó a Jannik Sinner en un gran partido a cinco sets, impidiéndole así al italiano la repetición, doce meses después, de uno de los enfrentamientos más espectaculares de la edición anterior del torneo: el que protagonizó este espigado tenista contra nuestro jugador en los cuartos.

Particularmente, pienso que la victoria de Zverev era preferible para los intereses del tenista de Murcia. Es verdad que en sus dos únicos enfrentamientos en pista rápida la victoria le resultó esquiva a Carlos, pero esto sucedió hace ya bastante tiempo. Alexander vuelve a ser un rival muy peligroso cuando saca, dispone de uno de los mejores servicios del circuito y esto le permite ser muy agresivo en sus primeros golpes. Sin embargo, pienso que su nivel al resto, hoy por hoy, sigue estando en proceso de recuperación. Este hecho y el de tener que enfrentarse con un adversario mucho más rodado, sin duda, le dificultará muchísimo sus posibilidades de victoria.

Se me puede acusar de anticipar el escenario de la gran final y, es verdad, nada se puede dar por hecho, y menos quedando por delante varios partidos previos de altísimo nivel. Vayamos a disfrutarlos y a esperar, eso sí, que por lo menos nuestro representante nos convoque delante del televisor este domingo.

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