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Resumen de la jornada 18 del Mundial de Qatar 2022

El cuadro de cuartos de final queda completo con el Marruecos-Portugal que se conoció este martes

Los jugadores españoles durante la tanda de penaltis con Marruecos.
Los jugadores españoles durante la tanda de penaltis con Marruecos.Jaime Villanueva (EL PAÍS)
El País

Estos han sido los resultados y los acontecimientos más importantes de la jornada de la Copa del Mundo:

La Federación de Rubiales, ante el dilema Luis Enrique: Con la selección ya de vuelta en Madrid después del desastre contra Marruecos crecen las dudas sobre el futuro de la Roja. España fue de más a menos en el Mundial y no hay consenso sobre la continuidad del seleccionador. Marcelino y De la Fuente son las opciones para relevarle en el banquillo.

El vestuario de Portugal prefiere a Gonçalo Ramos antes que a Cristiano.”Yo confío en Fernando Santos”, declaró el primer ministro de Portugal, el vigoroso Antonio Costa, al salir del gran copón dorado del estadio de Lusail, sede de la final del Mundial de Qatar. El político acababa de asistir en directo al que probablemente fuera el licenciamiento más ruidoso en la historia del fútbol. Sucedió el martes ante los 80.000 hinchas que acudieron a ver el Portugal-Suiza de octavos de final y acabaron excitados por otro drama. Porque Fernando Santos, el seleccionador de Portugal, dejó en el banquillo a Cristiano Ronaldo por primera vez en dos décadas para poner en su lugar a un chico de mirada jovial, nacido en el pueblo pesquero de Olhao, en el corazón del Algarve, en 2001, dos años antes del debut de su predecesor en la selección. Se llama Gonçalo Ramos, fue su primera titularidad internacional, y respondió al desafío con tres goles y una asistencia. Portugal le ganó a Suiza por 6-1.

España se fue de Qatar tras dar la misma tabarra que en Rusia hace cuatro años. Una cantinela de 1.174 pases infecundos en 2018, récord en un Mundial desde las primeras mediciones en 1966, y un sermón cargante de 1.019 toquecitos en 2022, el tercer mejor registro. En ninguno de los dos casos tuvo mérito alguno. Tanto la selección rusa como la marroquí tiraron confetis. Era lo que pretendían, que España se sobara con la pelota mientras ellos les cerraban el paso, les dejaban sin aire, sin espacio. No es infrecuente que quien domina el espacio, por lo general aquel equipo que se siente inferior, pueda con el que solo gobierna la pelota. Bien lo deberían saber Busquets, Alba, Koke, Carvajal y Azpilicueta, los presentes en el tostón de Moscú —tanto pase para nueve remates a puerta— y en el peñazo de Doha —uno—.

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