Jon Rahm y David Puig, de la Liga saudí al golf olímpico

Pisan Jon Rahm y David Puig el césped de Le Golf National, el escenario donde este jueves comienza la competición de golf, y a la mente de ambos vuelan los recuerdos. Revive el vasco su debut en la Ryder, aquel septiembre parisino de 2018, cuando después de perder todos los puntos el viernes y el sábado se quitó el sabor amargo el domingo con una victoria individual contra el mito, Tiger Woods, el broche al triunfo de Europa contra Estados Unidos. Y sueña Rahm con el podio olímpico dentro de tres días. Revive el catalán el Mundial amateur de hace dos años, el último torneo de esa categoría que jugó, también en el mismo trazado, antes de saltar al mundo profesional, y aprecia cuánto ha cambiado su carrera desde entonces, hoy golfista de la Liga saudí (LIV), al igual que Rahm.

Precisamente los compromisos con LIV les impidieron a ambos acudir a la ceremonia de inauguración en el Sena, mezclarse como querían con el resto de atletas españoles, pues mientras llovía sobre la torre Eiffel ellos disputaban un torneo de la competición saudí en Rocester, en Inglaterra. Precisamente allí se coronó Rahm con su primera victoria en la Liga saudí desde su supermillonario fichaje a finales del curso pasado, también su primer triunfo desde el Masters de Augusta de 2023, el fin de la mayor sequía de su trayectoria profesional. Un viernes en el que le salía “todo” con los palos en la mano y un domingo de recuperación hasta el liderato han engordado la esperanza de Rahm, que piensa en la medalla después de perderse los Juegos de Tokio por una infección de última hora de covid.

“Ganar aumenta la confianza en uno mismo, vengo con mucha energía positiva. Las sensaciones no tan buenas de semanas anteriores se desvanecieron, sabiendo que puedo ganar sin jugar al ciento por ciento. Si recupero la comodidad, esta semana me puedo dar opciones”, afirma el jugador vasco.

En Le Golf National se alistan los siete mejores golfistas de la clasificación mundial, 10 de los primeros 15. Al frente luce el número uno, el estadounidense Scottie Scheffler, escoltado por tres compatriotas, la representación por países más numerosa en París: Wyndham Clark, Collin Morikawa y Xander Schauffele, que es otro de los hombres de moda, puesto que ganó el oro en Tokio y esta temporada le ha metido dos bocados al Grand Slam con sus conquistas en el Campeonato de la PGA y el Open Británico. Estados Unidos marca el paso después de haber festejado este curso los cuatro grandes, un registro inédito desde 1982.

Rahm saltará al ruedo precisamente con Schauffele y con Viktor Hovland este jueves a las 11.55, y Puig partirá a las 11.06 con Adrian Meronk y Sami Valimaki (Carlota Ciganda y Azahara Muñoz son la representación femenina, del 7 al 10 de agosto). “No me ponía el polo de España desde que era amateur, es un honor representar a mi país en los Juegos. El domingo llevaremos la camiseta roja”, dice Rahm, que en París no puede vestir el símbolo de la Liga saudí ni ningún otro patrocinador, ya que el COI lo prohíbe. “Llevo un año de muy buen golf”, presume Puig, que se ha ganado la clasificación olímpica rebuscando puntos (LIV no vale para el ránking mundial) en carreteras secundarias como el circuito asiático.

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