Frenazo al partido entre el Barcelona y el Atlético de Madrid en Miami
Según LaLiga y el club rojiblanco no hay tiempo para organizar el duelo porque el CSD iba a elevar una consulta de la federación al TAD para saber si la comisión gestora puede autorizar el duelo en tierras estadounidenses el próximo 22 de diciembre
La idea de que el Barcelona-Atlético del próximo 22 de diciembre se disputase en Miami, tal y como deseaban LaLiga y ambos clubes, se ha enfriado. Todo parecía estar en manos del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), dependiente del Consejo Superior de Deportes (CSD), organismo que se disponía a elevar una consulta al citado tribunal a petición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Sin embargo, la federación solicitó este lunes por la tarde al CSD que anulara la consulta al TAD. Según fuentes federativas, el motivo de la retirada de la consulta es que LaLiga ha decidido abortar la tentativa del 22 de diciembre, algo que tanto la patronal como Relevent, la empresa organizadora del duelo, negaron en un principio. Sin embargo, en el Atlético de Madrid aseguran que el hecho de que el asunto pase por el TAD dilata el proceso y ya no habría tiempo para organizar el partido. LaLiga también terminó por admitir la falta de tiempo e incluso los problemas, por las fechas, para fletar vuelos chárteres para los 5.000 aficionados a los que se tenía pensado facilitarles el viaje. La federación no se oponía a que Barcelona y Atlético se midieran en Miami, pero según el Atlético, la gestora no se ha atrevido a aprobarlo por su cuenta. La federación había elevado la consulta al CSD porque quería saber si la actual comisión gestora que rige el día a día de la entidad tiene potestad para dar el visto bueno a que por primera vez en la historia un partido de Liga se dispute fuera de España.
La comisión gestora que preside María Ángeles García Chaves solo daba vía libre al partido si el informe del TAD era favorable. Quieren evitar posibles denuncias, una vez que Pedro Rocha fue inhabilitado por dos años tras haber despedido al secretario general Andreu Camps sin haber consultado al resto de miembros de la gestora que él presidió entre septiembre de 2023 y mayo de 2024. Por ello, a finales de la pasada semana la RFEF envió un largo escrito al CSD con el fin de cubrirse las espadas ante posibles sanciones.
El aprobado de la federación es requisito indispensable para que Barcelona y Atlético jueguen en la ciudad más importante del estado de Florida. Una vez que la federación diera el visto bueno, LaLiga, a través de la promotora estadounidense Relevent, solicitaría los permisos restantes a la UEFA, a la confederación centroamericana (Concacaf), a la federación de fútbol de Estados Unidos y a la Major League Soccer (MLS), la liga profesional estadounidense. Según fuentes conocedoras de las negociaciones, hay ejecutivos de la MLS que miran con recelo la invasión de mercado de LaLiga y temen que la Premier League emprenda el mismo camino.
Una vez obtenido el permiso de todas esas partes implicadas, sería la FIFA la que tendría la última palabra, pero no parece que el organismo que preside Gianni Infantino fuera a oponerse, como sucedió con el Girona-Barcelona en 2018. El pasado mes de mayo, el Consejo de la FIFA, aprobó la creación de un grupo de trabajo con Relevent para llevar partidos de las ligas europeas a Estados Unidos. La compañía norteamericana de entretenimiento participa en una Joint-Venture con LaLiga y es la encargada de organizar los amistosos de pretemporada en el continente americano después de firmar un acuerdo de colaboración de 15 años de duración. El pacto, según explicó LaLiga en su momento, incluye partidos de Liga. Hasta este lunes iba a ser el Barcelona-Atlético del 22 de diciembre. Solo que la gestora de la federación se animara a dar el visto bueno por su cuenta lo haría posible, pero esto a día de hoy es altamente improbable.
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