_
_
_
_

Bellingham, el comodín que brilla con Ancelotti y sufrió con Inglaterra

El italiano, que el año pasado superó la marcha de Benzema adelantando al inglés, ajustó en la final de la Supercopa el nuevo Madrid sin Kroos apoyado esta vez en una posición algo más retrasada del jugador

Jude Bellingham
Jude Bellingham, en la final de la Supercopa contra el Atalanta, este jueves en Varsovia.Robbie Jay Barratt - AMA (Getty Images)
David Álvarez

Pocos entrenadores han resuelto como Carlo Ancelotti los rompecabezas que plantea a veces el talento futbolístico. Por ejemplo, el de Jude Bellingham. El mismo futbolista por el que Gareth Southgate se vio cuestionado en la Eurocopa con Inglaterra le funcionó al Real Madrid en la Supercopa de Europa para despejar la nueva incertidumbre de este principio de temporada: el efecto cruzado de la marcha de Kroos y la llegada de Mbappé.

Antes de los octavos de final del torneo de selecciones en Alemania, cristalizó la sensación de que Bellingham provocaba profundos desequilibrios en el plan del seleccionador inglés. El caso lo resumió un artículo de opinión publicado en The Guardian: “Inglaterra necesita cambiar, y eso significa dejar fuera a Jude Bellingham”. Sostenía que el futbolista intentaba hacer “demasiadas cosas en el centro del campo”, lo que conducía a una conclusión que el autor, como algunos analistas más, veía inevitable: “Los mejores jugadores son aquellos que pueden ayudar a Inglaterra a ganar los cuatro partidos que podrían quedarle, y Bellingham debería considerarse afortunado si le dan otra oportunidad el domingo”. Jugó ese día los octavos, y también los cuartos, y la semifinal y la final, pero no fue la respuesta a los problemas que los críticos le señalaban a Southgate. Lo contrario que con Ancelotti.

Contra el Atalanta, el despegue del Madrid coincidió con el punto en el que se cruzaron el empeño de Vinicius y el momento en el que Bellingham empezó a hacer más cosas en el centro del campo. En la segunda parte, el inglés fue el jugador del Madrid que más tocó la pelota, 42 veces, un 27% más que en la primera, cuando tuvo por delante a Mendy, Militão, Rüdiger, Courtois, Carvajal, Valverde, Vinicius y Tchouameni, según los registros de Opta.

Los toques de Bellingham en el primer tiempo contra el Atalanta.
Los toques de Bellingham en el primer tiempo contra el Atalanta.

Además, lo hizo en zonas más dañinas: en el primer acto solo tocó la pelota una vez en el área contraria, un control que se le escapó, mientras que en el segundo lo hizo en siete ocasiones, más que nadie. Una de ellas, la asistencia a Mbappé en el 2-0.

Los toques de Bellingham en el segundo tiempo contra el Atalanta.
Los toques de Bellingham en el segundo tiempo contra el Atalanta.

Cuando el Madrid contrató al inglés hace algo más de un año y Benzema anunció que se iba a Arabia, el técnico revisó vídeos del futbolista en el Borussia Dortmund y creyó encontrar la salida al problema aparentemente irresoluble de la marcha del francés, que no se compensó con el fichaje de otro nueve de su calibre. En las grabaciones, el italiano entrevió una llegada al área portentosa que luego confirmó durante la pretemporada, y que sirvió para sostener al equipo en largos tramos del curso. En el comienzo de este en Varsovia, Bellingham apuntó a que también es capaz de contribuir a solventar un contratiempo de naturaleza distinta.

En el once de la final de la Supercopa faltaba Kroos y se estrenaba Mbappé. Si el año pasado el técnico empujó al inglés a dar un paso adelante, algo en lo que le insistió desde los entrenamientos de pretemporada, esta vez le pidió que deshiciera hacia atrás parte de ese camino. “Haré cualquier cosa que quiera Ancelotti”, dijo Bellingham tras recibir el premio de mejor jugador de la final de la Supercopa. “Jugaré en cualquier sitio, sin problema”.

La retirada de Kroos, al que Ancelotti creía que le quedaba al menos otro buen año, provocaba dos desajustes: perdían al director de juego y también una pieza en esa zona, ya que su hueco en el once lo ocupó Mbappé, mucho más arriba. Esto último está detrás de la preocupación que más mencionó el entrenador italiano después del triunfo: “Lo más complicado es encontrar equilibrio con la calidad que tenemos arriba”. De ahí una de sus primeras reflexiones el miércoles en la sala de prensa: “Aunque el equipo no ha jugado bien la primera parte, ha trabajado bien a nivel defensivo, y esto era lo más importante”.

Porque en los primeros 45 minutos el juego de ataque del Madrid resultó bastante desestructurado, algo que según Ancelotti tuvo que ver sobre todo con la defensa hombre a hombre del Atalanta: “Había muchos duelos uno contra uno y era difícil encontrar superioridad con la posesión, así que hemos pensado en buscar balones a la espalda y no ha salido bien”. El segundo tramo fue distinto, como explicó Bellingham: “Tuvimos que ajustarnos en la primera parte y la segunda fue increíble”, dijo. “Nos divertimos mucho”.

Su contribución resultó transformadora. El cambio lo resume su relación con Vinicius. En el primer acto, el brasileño se retrasaba a las zonas centrales y desde ahí encontraba al inglés entrando al espacio. En el segundo fue al revés: Bellingham le lanzó más a él. No había funcionado la fase inicial del plan de Ancelotti de buscar pases a la espalda y transitar menos por el medio, y el inglés comenzó a colonizar aquella franja, con más mando en el destino del balón. Intentó 22 pases en cada tiempo, aunque en el segundo tocó la pelota bastante más, escogiendo hacia dónde llevar al equipo. Si en el primer tramo esos pases sucedían sobre todo en el flanco izquierdo, en el segundo insistió en el carril central, y apuntó más al área.

Sabe que su movimiento hacia atrás tendrá un efecto: “Es más fácil marcar si juego más cerca de la portería; esta temporada me tendré que adaptar”. Pero es que Ancelotti tiene un problema distinto del que se encontró con la fuga de Benzema. Aunque ha vuelto a encontrar el remedio en el mismo Bellingham que Southgate no terminó de descifrar. El futbolista comparte el plan del italiano: “Lo que quiero es hacer lo mejor para ganar los partidos”.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

David Álvarez
Sigue la información del Real Madrid y la selección española en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de la sección de Deportes. Ha cubierto los Juegos Olímpicos, el Mundial de fútbol y la Eurocopa. Antes trabajó en ABC, El Español, ADN, Telemadrid, y La Gaceta de los Negocios. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_