Xavi responde a las críticas: “La confianza de Deco y de Laporta sigue intacta”
En medio de los ruidos sobre su destitución, el preparador del Barcelona asegura que continúa “con ambición y fuerzas”
Solo han pasado 24 días. Hace tres semanas, el pasado 25 de abril, Xavi Hernández se presentó en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva Joan Gamper junto al presidente Joan Laporta para informar con “ilusión” y “optimismo” de que había cambiado de opinión. “Rectificar es de sabios”, expuso el técnico, cuando en enero había anunciado que dejaba el club a final de temporada por lo “cruel y desagradable” que era ser entrenador del Barcelona. Este sábado, con la misma crueldad y desagrado en el ambiente, después de que desde la cúpula del club se informara de manera extraoficial que Laporta había dejado de creer en el proyecto deportivo, Xavi se presentó frente a los periodistas. “A mí el presidente no me ha transmitido eso. Me ha transmitido tranquilidad y que había que pensar en el Rayo. La confianza de Deco [director deportivo] y Laporta sigue intacta”, destacó el preparador del Barcelona.
Xavi apareció con una media sonrisa. No parecía nervioso, o al menos lo disimulaba. “No os puedo aportar nada”, expuso; “seguimos con ilusión, ambición de afrontar lo que queda de esta temporada y la siguiente. Trabajando mucho, tenemos un proyecto. El club me transmite tranquilidad. Entiendo el entorno, el ruido, pero no cambia nada”. Aunque algo sí había cambiado, no solo en los despachos de la Ciudad Deportiva Joan Gamper y en los del Camp Nou, sino también en la sala de prensa. Las ruedas de prensa de Xavi acostumbran a durar cerca de 20 minutos. Y hay cerca de 20 turnos de preguntas. A veces más, nunca se han contado menos de 18. Este sábado, solo se dieron 12 (11 minutos), entre ellos la de la televisión del club, la única que hizo referencia al partido de este domingo ante el Rayo Vallecano (19.00).
Faltaron preguntas, claro: “Usted dijo que la dimisión en diferido había ayudado al quipo, ¿pero lo ha perjudicado en los despachos?, “Usted dijo que es un hombre de club, ¿qué pasará con el finiquito?”, “¿Lo cobrará?”, “¿En caso de seguir, es borrón y cuenta nueva?”, “¿La crueldad a la que se refería en enero no está en el entorno, sino en el club?”. Las preguntas que no se formularon no desaparecen, al contrario. Se transforman en elucubraciones, conjeturas y hasta en hipótesis. Es decir, en ruido. “No me centro en si me lo merezco o no. Esto es el Barça y estas cosas suelen pasar”, comentó el preparador del Barcelona.
Y, como estas cosas pasan en el Barcelona, Xavi el viernes por la tarde, cuando el ruido sobre su salida se había vuelto prácticamente insoportable, quiso hablar con Laporta. No pudo. Solo se intercambiaron un par de mensajes, según informó Mundo Deportivo. A este periódico le informaron desde el club de que el presidente había agendado su encuentro con Xavi para la próxima semana. En los despachos del Camp Nou insisten en que el hartazgo con Xavi no es solo político sino también deportivo. Desde el entorno del entrenador lo niegan. “Se han cabreado por la rueda de prensa del miércoles”, subraya la gente cercana al técnico, en referencia a la comparecencia de Xavi, en la previa del duelo ante el Almería, en la que dijo que “el culé debe entender que la situación es muy complicada y que no tiene que ver con la de 25 años atrás”. Y destacó: “Ahora, el entrenador no puede pedir ‘este, este y este’. El objetivo es cambiar, si no, nos quedaremos igual”.
Las palabras cayeron como una bomba en los directivos y también en la dirección deportiva. En la cena en la casa de Laporta, el día que se confirmó su continuidad, el presidente le había preguntado si confiaba en la plantilla. “Sí”, había resuelto Xavi el día que pactaron que cumpliría su contrato hasta 2025 en el ático de Laporta. Ya en público, al día siguiente, añadió: “Me veo con fuerzas y capacidad”. Este sábado, Xavi estiró el mismo mensaje. “Tengo cero dudas de que la cosa puede ir bien conmigo de entrenador, tengo una base extraordinaria en la plantilla, sobre todo con gente de casa. El año que viene podemos competir de mejor manera. Sigo con ganas, ilusión, ambición... y con estas noticias más”.
Las noticias que le dan fuerza a Xavi no se fabrican en las redacciones sino en los despachos del Barcelona. Pero el técnico dice no saber nada: “Son historias que no me ha contado nadie”. Este domingo habrá que conocer el veredicto de la afición en el duelo frente al Rayo. El dilema es el de toda la temporada: ¿Qué afición hay en Montjuïc? ¿Y qué piensan los jugadores del Barça, que pelean por la segunda plaza? “A los futbolistas siempre intento transmitirles total tranquilidad. Les he dicho las mismas palabras que a vosotros. No tengo que engañar a nadie”, remató Xavi.
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