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El júbilo y el orgullo desbordan Bilbao, Bizkaia y Sevilla

Los campeones de la Copa del Rey regresan a casa con el título. Las celebraciones culminarán este jueves cuando la gabarra del Athletic recorra la ría de Nervión

Aficionados del Athletic celebran el título de la Copa del Rey en la fuente de la plaza Moyua de Bilbao.Foto: JAVIER ZORRILLA (EFE) | Vídeo: EPV
Jon Rivas

La expedición oficial del Athletic llegó a primera hora de la tarde de este domingo al aeropuerto de Loiu. Era el final de un largo viaje que comenzó en invierno con el partido frente al Rubí, que se jacta ahora de haber puesto en apuros al campeón de Copa. Los jugadores posaron al pie del avión y después se desplazaron a sus domicilios a descansar. Fue una larga noche la que vivieron los componentes del Athletic, después de celebrar el título de campeón de España primero en el campo y después en el hotel de concentración.

ATHAthletic
Athletic
1
Julen Agirrezabala, Daniel Vivian, Aitor Paredes, Yuri (Lekue, min. 106), De Marcos, Ruiz de Galarreta (Unai Gómez, min. 79), Williams (Berenguer, min. 90), O. Sancet (Muniain, min. 90), Benat Prados (Vesga, min. 45), Nico Williams y Guruzeta (Raúl García, min. 90)
MLL Mallorca
1
Mallorca
Dominik Greif, Giovanni González, Raíllo, Lato (Siebe van der Heyden, min. 110), Valjent (Pablo Maffeo, min. 90), Copete (Nastasic, min. 107), Dani (Radonjic, min. 73), Samuel Costa, Darder (Manu Morlanes, min. 62), Muriqi y Cyle Larin (Antonio Sánchez, min. 62)
Goles 0-1 min. 20: Dani. 1-1 min. 50: O. Sancet.
Árbitro José Luis Munuera Montero
Tarjetas amarillas Aitor Paredes (min. 26), Muriqi (min. 91), Radonjic (min. 118) y Giovanni González (min. 125)

Para ese momento, Bilbao ya había estallado de júbilo y de orgullo después del penalti convertido por Alex Berenguer. La pasión se desbordó en un San Mamés abarrotado en el que 50.000 personas presenciaron el partido a través de pantallas gigantes. La entrada costaba cinco euros y hubo reventa. Muchos lloraron por el título que llega 40 años después del anterior y que implica a varias generaciones de aficionados que no habían vivido la experiencia.

En la capital vizcaína también se llenó la plaza Nueva, y todos los lugares en los que se instalaron pantallas para presenciar el partido, como en casi todos los pueblos de Bizkaia. Juan María Uriarte, que fue obispo de Bilbao y falleció en febrero, dejó escrito en las páginas de EL PAÍS, con motivo de los títulos de los años ochenta, que el Athletic, “provoca, convoca e invoca”, y eso volvió a hacer en esta ocasión. En su tierra y, por supuesto, en Sevilla. Los aficionados, alrededor de 70.000, muchos de ellos sin entrada, invadieron las calles de la capital andaluza y reventaron el lugar designado para sus seguidores, que siguió abierto hasta las dos de la mañana, con los hinchas celebrando el título. Tuvieron tiempo, incluso, de jalear en masa a una pareja de novios que se casó en la catedral, y que se encontró con la sorpresa en la puerta.

Los capitanes del Athletic Club, Iker Muniain y Óscar de Marcos, descienden del avión en Bilbao con la Copa del Rey, este domingoFoto: Juan Flor | Vídeo: Athletic Club

La marea rojiblanca, evidente en el campo, en la que ocupaba el fondo designado para el Athletic, pero también los graderíos laterales prácticamente al completo, se hizo todavía más llamativa cuando el equipo comenzó a dar la vuelta de honor al campo y los seguidores del Mallorca se retiraron tristes. Entonces aparecieron en su grada alrededor de 3.000 aficionados del Athletic que habían estado mezclados ahí, y se acercaron en tropel a las primeras filas para festejar lo más cerca posible de los jugadores.

Mientras, en el palco de autoridades, un Iribar emocionado saludaba al rey Felipe, repitiéndole una frase que Piru Gainza, mítico capitán del Athletic, le decía a Franco cada vez que le entregaba una Copa. El dictador saludaba al futbolista con un “Gainza, ¿usted otra vez por aquí?”, y el extremo rojiblanco se despedía: “Hasta el año que viene”, lo mismo que le dijo el Chopo al jefe del Estado. “Me salió así”, confesaba.

Pero la fiesta no terminó allí. Mientras los aficionados recorrían a pie, ante el desastre organizativo que no previó líneas de autobuses, el larguísimo recorrido hasta el centro de Sevilla, ya rumiaban lo que harían el jueves, el día que saldrá la gabarra del Athletic por tercera vez en su historia, y recorrerá la ría del Nervión desde el Club Marítimo del Abra, en Getxo, hasta el Ayuntamiento de Bilbao, donde desembarcarán para ofrecer la Copa a los aficionados. Se prevé que sean cerca de un millón de personas las que acompañen a la comitiva, compuesta por cerca de un centenar de embarcaciones —que tendrán que pagar un canon—, desde las orillas de la ría, a lo largo de los 14 kilómetros de recorrido.

En la mañana de este domingo, el aeropuerto de San Pablo y la estación del AVE de Santa Justa, recibían a miles de viajeros vestidos todavía de rojiblanco, que regresaban a Bilbao. “Cansados, sin dinero, pero felices”, en palabras de un aficionado que aguardaba a que saliera su tren a Madrid.

Mientras, Ernesto Valverde busca fórmulas para evitar que sus jugadores se desenchufen de la Liga. El domingo se presenta en San Mamés el Villarreal, y volverá a ser una fiesta. Gane o pierda el Athletic.

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