Rubiales comunica a la jueza que volverá a España el 6 de abril, pero que regresará antes si se lo pide

Cuando la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil decidió explotar este miércoles la investigación sobre las supuestas irregularidades en contratos gestados en el seno de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), los agentes ya sabían que Luis Rubiales, expresidente del organismo y epicentro de las sospechas, se encontraba fuera de España. El ex máximo mandatario de la entidad llevaba más de un mes en República Dominicana, según fuentes de su entorno, adonde su familia (tiene tres hijas) tienen previsto viajar a finales de este mes de marzo. Pero, según confirma su defensa a EL PAÍS, prevén quedarse allí solo unos días. La abogada de Rubiales ha enviado ya un escrito a la jueza instructora para comunicarle que su intención es regresar del país americano el próximo 6 de abril, aunque puede volver antes si así se lo piden.

En dicho documento, al que tuvo acceso este periódico, el expresidente de la RFEF afirma que desconoce si se ha dictado una orden de detención contra él, e insiste en que se “encuentra a plena disposición” del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Majadahonda (Madrid), encabezado por la magistrada Delia Rodrigo, que abrió esta causa en 2022 y que, desde entonces, trabaja en coordinación con la Fiscalía Anticorrupción. Según detallan varias fuentes jurídicas y policiales, ni la juez ni el ministerio público han emitido ninguna petición de arresto contra el exdirectivo de la federación, ya que sabían que se encontraba fuera del país y esperan a que regrese a España.

De hecho, según afirma su defensa, esa es la intención de Rubiales. Planifica volver, junto a su familia, tras las vacaciones de Semana Santa. Su propósito es aterrizar en el aeropuerto de Barajas (Madrid) en la mañana del próximo sábado 6 de abril, según detalla el escrito presentado este mismo miércoles en el juzgado, poco después de que se conociera la operación de la UCO, que incluyó el registro de su vivienda en Granada y la sede de la federación, entre otros inmuebles. En ese documento, el expresidente de la RFEF indicaba también que su padre tenía las llaves de su domicilio, con el fin de que los agentes no “reventaran” la cerradura de la puerta.

Rubiales y el exfutbolista Francisco Javier Martín Alcaide, alias Nene, amigo del exdirectivo, se encuentran juntos en República Dominicana y los investigadores los mantienen bajo sospecha, según fuentes cercanas a las pesquisas. Este miércoles, la Guardia Civil arrestó a siete personas (cinco en Madrid y dos en Granada). Entre otras, a Tomás González Cueto, asesor jurídico externo de la RFEF y antiguo hombre de confianza de Rubiales; José Javier Giménez, jefe de Personal de la RFEF; Pedro González Segura, director de los servicios jurídicos, y su hermano Ángel. Ramón Caravaca, socio del despacho de González Cueto, se encuentra entre los investigados no detenidos, según estas mismas fuentes. Cinco de ellos ya han quedado en libertad. Dos (González Cueto y Ángel González Segura) siguen en los calabozos y, según fuentes policiales, la intención de los investigadores es ponerlos a disposición judicial este viernes. El presidente interino de la federación, Pedro Rocha, no figura entre los investigados.

La conocida como Operación Brody indaga supuestas irregularidades en contratos gestados en los últimos cinco años en la federación —desde la llegada de Rubiales a la presidencia, en 2018—, algunos de ellos vinculados a la celebración de la Supercopa de España en Arabia Saudí, según detallan varias fuentes cercanas a la causa. Los agentes del instituto armado también han puesto el foco en contratos sobre eventos celebrados en China y en unas obras en el estadio de La Cartuja de Sevilla, que implican a la empresa Gruconsa. En la causa se investigan delitos de corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.