El Barça se impone a un valiente Eintracht
Las azulgrana se clasifican como primero de grupo para los cuartos de la Champions, tras un incómodo partido contra las alemanas
El Barça, sin rival aparente en España, esperó encontrarlo fuera, en Europa. Aunque la búsqueda no resultó fructuosa: de momento, nadie ha logrado imponerse al conjunto dirigido por Jonatan Giráldez esta temporada, que encabezó la fase de grupos de la Champions con una cómoda ventaja y pleno de puntos. Pero la resaca de la Supercopa atizó a las azulgranas, y demostró que también saben sufrir. Lo más cercano a un oponente fue un valiente Eintracht de Frankfurt y, lo más sorprendente, la ausencia de una clásica goleada azulgrana en un partido que costó e, incluso, se angustió más de lo esperado (2-0). Un duelo vital para las alemanas, un mero trámite para las catalanas, clasificadas en la primera plaza incluso antes del inicio del partido con 23 goles a favor y tan solo uno en contra en el recuento general de la tabla.
No estuvo presente la Supercopa que levantaron el pasado sábado, pero sí los cuatro trofeos otorgados por la FIFA a Aitana Bonmatí —mejor jugadora— y Keira Walsh y Cata Coll —mejor once—. Una muestra de poder que no acobardó al Eintracht, con una esquina del campo invadida por su afición. Si bien en la ida lograron aguantar al vigente campeón europeo con un gol por encima hasta el descanso, pretendieron las alemanas repetir método —pero no destino—, y salieron envalentonadas subiendo líneas, presionando alto y generando incomodidad con continuos contrataques a un Barcelona perdido en finalización. A pesar de contar con una Hansen liberada, que regaló centros y más centros sin remitente, Salma Paralluelo —máxima goleadora esta temporada en Champions con cinco tantos— no estuvo inspirada y se perdió entre la multitud de piernas dentro del área.
También demasiado envalentonada Cata Coll, que salió de la portería precipitadamente y abandonándose a que una infalible Irene Paredes evitase, con el pecho, el gol alemán. Tuvo que reivindicar presencia la capitana, Patri Guijarro, que calmó y reordenó tras marcar el primero del partido con un disparo cruzado. No hubo tiempo de celebración: Patri volvió rápidamente al medio del campo a decidir y decretar.
El Eintracht supo encontrarle las cosquillas a un Barcelona más serio de lo habitual, que agradeció la vuelta de Paredes y el rápido aprendizaje de Ingrid Engen como central. Pero la fatiga hizo su efecto en las alemanas, que no pudieron sostener el ritmo de la primera parte y se dedicaron a tratar de parar la velocidad por la banda de Ona Batlle o los regates de Graham Hansen. Y la noruega, experta en repartir asistencias —cuatro esta temporada en la competición europea—, quiso despertar los cánticos del Johan Cruyff tras un irreconocible silencio. Esta vez se quedó la pelota para sí misma, golpeando el palo y marcando el segundo.
Sigue la imbatibilidad del Barcelona, sigue el sendero hacia Europa. Con los cuartos de final más que asegurados, empiezan los obstáculos más grandes. Y en mitad del camino, renovaciones en la mesa de Marc Vivés, el futuro de Alexia Putellas —presente en la grada junto al resto de las lesionadas y jugadores del filial masculino— a la espera de su recuperación y el próximo anuncio del entrenador que sustituirá a Jonatan Giráldez a final de temporada. Hasta entonces puede crecer o no la vitrina. Pero el Barcelona no podrá permitirse dejarlo todo a su suerte otra vez, ni dejarse sufrir más de la cuenta.
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