Al Barcelona le basta con un cuarto de hora
Las culés remontan tras un primer acto poco fino ante el Eintracht en su segundo partido en la Champions esta temporada
Da igual el rival, da igual el lugar. El Barcelona no se achantó ante el primer y cuádruple campeón de la Champions, y congeló al Eintracht Frankfurt, su segundo rival en la fase de grupos, plantando el 1-3 en el marcador. Hacía dos años que el Barça no ganaba en Alemania. Y a la tercera, fue la vencida.
Si bien durante la primera parte el club azulgrana no logró aguantar las rápidas transiciones del Eintracht ni atravesar su sólida defensa, en la segunda rompió el hielo y venció al histórico club alemán en Frankfurt. El Barça se había acostumbrado a sufrir en Europa, y esta vez, pese a la victoria, no fue diferente.
Se enfrentaban dos dinastías: el histórico campeón contra el vigente rey de Europa. El ganador de la primera edición, contra el último. Jonatan Giráldez apostó por el mismo once del 5-0 al Madrid, aunque con Sandra Paños en vez de Cata Coll —baja de última hora por una gastroenteritis vírica—, mientras Niko Arnautis repetía la misma fórmula de su victoria contra el Benfica. Las bajas empezaban a pesar en el Barça. Otra vez sin Irene Paredes ni Alexia Putellas.
Antes del himno de la Champions, sonreía Aitana Bonmatí. Al Barcelona no le importaban los pitos de las gradas, y aún menos el frío extremo y la gran humedad. Y con un grado de temperatura, tardaba en calentarse el partido.
Las culés apretaban a las alemanas. Pero el Eintracht se mostraba sólido en defensa en su vuelta a la Champions siete años después. Lo intentaba el Barcelona por la izquierda, la banda de Salma Paralluelo y Ona Batlle, y Lucy Bronze frenaba al tridente atacante, altamente peligroso —sobre todo, en las recuperaciones y transiciones rápidas— por la derecha. El Barcelona no estaba incómodo, pero sí impreciso. El Eintracht tiraba de intensidad y valentía, y bien posicionado a nivel defensivo frenaba el movimiento del Barcelona, que no coordinaba la finalización.
Y si a Salma le faltaba una marcha, la varita mágica de la dupla Aitana Bonmatí y Graham Hansen se veía taponada por las centrales Doorsun y Kleinherne. Y entre intentos frustrados y disparos sin potencia de Mariona Caldentey, el Barcelona tenía la posesión. Pero no la peligrosidad ni la construcción. Bloqueado el cuadro azulgrana, Ingrid Engen y Mapi León trabajaban el doble. Y tras varios errores, dejaron sola a Laura Freigang, que cabeceó el 1-0.
El Barcelona se quedó congelado un minuto antes del descanso. Había resbalado sobre el hielo. Hansen disparaba, pero no apuntaba. Jonatan intercambió a Mariona y Salma que, con un centro de Ona —jugando más arriba y centrada en ataque—, encontró el hueco para el empate. Algo había cambiado en el ritmo de las culés, y con más aire y oxígeno, arrinconaron al equipo alemán. Desatascadas, Mariona aprovechó un córner para meter el segundo y anotar su gol número 100 con el Barcelona, la quinta goleadora del club en conseguirlo.
En 15 minutos, el Barça le había dado la vuelta al partido. Y aún quedaba un tercer gol de Salma para sentenciarlo y prolongar la imbatibilidad de las azulgranas. Sandra Paños no estaba fina e hizo temer por un segundo tanto del Eintracht, aunque finalmente despejó la defensa. Las rotaciones llegaron 10 minutos antes del final. Claudia Pina salió por Mariona, Marta Torrejón por Bronze, y Esmee Brughts por Graham Hansen. Y Giráldez dio la oportunidad a las jóvenes Vicky López y Lucía Corrales. El ritmo bajó, el campo se enfrió y el Barcelona se apuntó tres puntos más tras un inicio para olvidar. La victoria colocó como líder al conjunto azulgrana en su grupo.
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