Juegos de palabras vs Racismo
Las campañas revolucionarias de conciencización comparten espacio publicitario con Visit Saudi, patrocinador de nuestro campeonato y otras cosas peores
Pudiendo mostrarse contundentes, LaLiga y sus dirigentes parecen haber optado por ponerse creativos en esta especie de lucha contra el racismo que vienen desarrollando de un tiempo a esta parte. ¿Cuánto tiempo? No sabría precisarlo. ¿Y cómo de contundentes o cómo de creativos? Son preguntas de difícil respuesta. “Dejemos al racismo fuera de juego”, reza uno de los carteles de su nueva campaña: LaLiga vs Racismo. En el estadio del Mallorca, como en todos los demás, supongo, tan revolucionario eslogan compartió espacio publicitario con Visit Saudi, patrocinador global de nuestro campeonato y otras cosas peores.
Creo que fue Mr. Wonderful el primero en deslizar que los juegos de palabras sirven para remover conciencias, incluso para educar, aunque en este caso no sepamos a quién, exactamente. ¿A los racistas que acuden al campo o ven el fútbol por televisión? ¿O a quienes nos vemos obligados a compartir espacios comunes con ellos? Lo digo porque el racista que se comporta como tal en público suele moverse en manada y abusar de ese poder: por eso se atreve a mostrarse abiertamente racista contra un futbolista negro. O contra un árbitro negro. O contra un vendedor negro. O contra una niña negra que lleva la camiseta de su ídolo, que también es negro.
El pasado sábado ocurrió esto mismo en los aledaños del estadio Metropolitano. Esto que, así contado, sin avisar, podría hacernos pensar en un relato inventado o exagerado, pero no: un grupo de ultras insultó e intimidó a una niña de ocho años que disfrutaba de la previa del derbi con su tía, ambas de raza negra. La pequeña, que acudía a un gran estadio por primera vez, vestía la camiseta de su jugador favorito, Vinicius Jr. “Llévate a la niña de mierda esta, os vamos a matar”, recuerda Silvia que le gritaban algunos de los que se acercaron en estampida y con aire amenazante. “Vikingos, no. Fuera monos, negras de mierda”. Su relato en El Larguero del pasado martes es de esos que hielan la sangre, al tiempo que nos obligan a mirar el fútbol con otros ojos: los de una niña negra que regresó a casa horrorizada. Esperemos que al menos haya visto los nuevos carteles de LaLiga vs Racismo.
Cuando Vinicius Jr. asegura que España es racista bien podría referirse a esto. O a que en casi todos los campos de nuestro país se encuentra con personas que utilizan el fútbol para descargar sus reservas de racismo sin que nadie sienta demasiado apuro por el agresor ni por el agredido. A fin de cuentas, al futbolista le va en el sueldo, piensan algunos. “Tan preocupado no estará cuando lo llamaron para declarar por lo de Valencia y pidió retrasarlo al día siguiente, aun siendo por videoconferencia, no fuese a joderle las vacaciones”, escuché decir a un padre de familia en cierto bar de cierta zona turística demasiado concurrida este verano. Y tiene su lógica, supongo: si el racismo no se toma vacaciones, ¿por qué va a tomárselas Vinicius Jr.?
“Blanqueo el imperialismo porque trato de sacar la parte buena”, le confesó Nacho Cano a Fernando Navarro en una fantástica entrevista hace poco más de una semana. Mucho me temo que algo así ocurra cuando el racismo osa quitarnos el sueño, ensuciarnos el juguete o arruinarnos el negocio. Por eso preferimos ponernos creativos a mostrarnos contundentes. Y no solo LaLiga, pero especialmente LaLiga, que son los clubes y sus dirigentes: un pequeño detalle que, a menudo, y de tan creativos, se nos olvida.
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