Por qué ataca tan mal Inglaterra: más pases que nunca, más lentos y más lejos de las zonas calientes
Pese a su colección de estrellas, la selección de Southgate es la sexta de la Eurocopa que menos peligro genera y la cuarta que más despacio ataca
Rumbo al estadio de Colonia, un tranvía atestado de aficionados ingleses se agita al ritmo de Phil Foden’s on Fire, la canción que se repite luego en la grada ante el desconcierto. Como un conjuro. Tienen a Foden, aunque ayer dejó temporalmente la concentración por el nacimiento de su tercer hijo. Y Foden está como nunca, recién escogido mejor jugador de la Premier. También tienen al máximo goleador de la Bundesliga (Kane); y al tercero de LaLiga (Bellingham). Pero cuando Gareth Southgate los junta su producción goleadora (0,67 tantos por partido) es la segunda peor de la Eurocopa, solo por detrás de la de Serbia (0,33). El problema no es atribuible a una fase de falta de puntería. Se trata de algo más profundo.
En la retransmisión del partido contra Eslovenia (0-0), el exfutbolista Gary Neville volvió a apuntar al seleccionador: “Inglaterra tiene talentos enormes. No podemos permitirnos gestionarlos mal”. Francia también terminó la fase de grupos con dos goles, pero existe una diferencia fundamental. La selección de Southgate es la sexta que menos peligro genera, ocasiones que suman 0,81 goles esperados (xG) por partido, según el modelo de StatsBomb. Solo generan menos Escocia, Eslovaquia, Serbia, Albania y Eslovenia. En cambio, la de Deschamps, es la quinta con más peligro: 1,37 xG.
El martes, tras otra noche decepcionante, Southgate, en la diana, quiso ver síntomas positivos: “Nos habría encantado marcar un par de goles, pero hemos mejorado lo del partido anterior. Mostramos más con la pelota”. En realidad, teniendo en cuenta los futbolistas a su disposición, lo que su equipo ha hecho hasta ahora con el balón resulta decepcionante. Es un equipo lento, previsible y falto de energía y atrevimiento. El técnico aún no ha encontrado un compañero para Declan Rice en el centro del campo con el que hacer funcionar la máquina. Primero probó dos partidos con un lateral (Alexander-Arnold), luego 45 minutos con Gallagher y otros 45 con Mainoo, que fue el que más aportó.
Inglaterra da en esta Eurocopa más pases por partido (659) que en ninguna desde la de 1996, que es la primera de la que StatsBomb mantiene registros, pero ese empacho no le acerca más al gol. La comparación de lo que hacen con la pelota ellos y Alemania, la selección que más pases da (720) resulta reveladora. El equipo de Nagelsmann la lleva al último tercio del campo contrario 73 veces por partido, a través de pases, regates o conducciones; mientras que la de Southgate lo hace 46.
Inglaterra genera poco en las zonas calientes: es la segunda selección que menos pases completa en el área contraria (0,67 por partido), solo por delante de la República Checa (0,50). Los futbolistas ingleses, como Stones, son conscientes de su cautela: “Puedo entender la frustración de los aficionados por no arriesgar demasiado”, dijo el central del City después del partido contra Eslovenia.
A la velocidad a la que juegan, y con Kane y Bellingham lejos de su mejor punto físico, es difícil sorprender. Son la cuarta selección que más despacio avanza cuando construyen jugadas que terminan en un tiro: se acercan a la portería a una velocidad de 1,58 metros por segundo, mientras que España, que es la cuarta más rápida, lo hace a 2,75.
Foden puede estar on fire, pero Inglaterra ataca mal y el resultado es que nunca en una Euro había tirado desde tan lejos, a 18,5 metros de media, los quintos más alejados. En la pasada edición, cuando terminaron finalistas, fueron los segundos que más cerca de la portería disparaban, a 14 metros de media.
El martes, cuando Southgate se acercó a aplaudir a la grada inglesa después del 0-0, le tiraron varios vasos de cerveza vacíos. “Se está generando un ambiente inusitado”, dijo. “No he visto que un equipo se clasifique y reciba un trato similar”.
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