_
_
_
_

Ding demuestra que no está bien y vuelve a empatar una posición ventajosa

El chino, actual campeón, está igualado con el indio Gukesh (3-3) tras seis partidas de las catorce previstas en el Mundial de Singapur

Ding, en la cuarta hora de la sexta partida del Mundial, este domingo en Singapur
Ding, en la cuarta hora de la sexta partida del Mundial, este domingo en SingapurMaría Emeliánova
Leontxo García

Los más asiduos a los Mundiales de los últimos 40 años no recuerdan nada parecido: el campeón vigente malogra varias posiciones ventajosas porque se conforma con el empate, para no arriesgar. El chino Liren Ding volvió a hacerlo este domingo en Singapur, en la 6ª partida contra el indio Dommaraju Gukesh. El nuevo empate deja el marcador igualado (3-3) a falta de ocho. La séptima se disputará el martes.

Cuando EL PAÍS le preguntó directamente si es un problema de falta de confianza, si aún tiene dificultades para dormir o algún otro problema de salud, Ding respondió: “No, sólo tiene que ver con la posición concreta que tenía hoy en el tablero”, y mostró unas cuántas variantes. Sin embargo, cuando, unos minutos más tarde, le pidieron que hiciera un balance de los seis primeros asaltos, dijo: “He tenido varias posiciones ventajosas que se me han escapado. Espero mejorar eso en las siguientes dos partidas”. Por su parte, Gukesh resumió así: “De momento, las cosas van bien, pero todavía puedo mejorar. Después de lo que ocurrió en la primera partida [que perdió], estoy muy satisfecho con la situación actual”.

Tras el decepcionante resultado de la cuarta -Ding eligió con blancas una apertura sin pretensión alguna y el desenlace fue un empate sin historia-, y el frustrante de la quinta -Ding forzó el empate cuando tenía clara ventaja-, había un especial interés en ver cómo el campeón planteaba la sexta. Y lo que ocurrió da, como mínimo, para que un estudiante de psicología elabore un trabajo de fin de carrera.

Cuando Gukesh hizo su cuarto movimiento, Ding se quitó la chaqueta, a pesar de que los fotógrafos estaban aún en el escenario, y la colocó en el respaldo de su silla. A continuación jugó al toque los trece siguientes, dejando claro que estaba aplicando una venenosa receta de laboratorio, preparada -al menos- con sus dos analistas conocidos, el húngaro Richard Rapport y el chino Ni Huá, y computadoras muy potentes.

El aspirante no parecía muy impresionado: reaccionó con bastante rapidez y llegó a una posición donde -según los ajedrecistas inhumanos- disponía de una ilógica maniobra con su dama que prácticamente forzaba el empate. Gukesh no la vio y quedó en una posición ligeramente inferior. Todo indicaba que iba a sufrir durante horas porque su rival la había analizado en profundidad.

Pero entonces ocurrió algo muy sorprendente. Ding pensó 43 minutos y ofreció el empate por triple repetición de posiciones. Otra sorpresa fue que Gukesh lo rechazase, con una jugada que agrandaba claramente la ventaja blanca. Por un momento, en la sala de prensa surgió una duda razonable: Ding exhibía una muestra evidente de la falta de confianza en sí mismo que mostró en las cuatro partidas anteriores o estaba jugando al póquer para provocar que Gukesh empeorase su posición.

Gukesh, en uno de los momentos críticos de la 6ª partida
Gukesh, en uno de los momentos críticos de la 6ª partidaEng Chin An (Eng Chin An)

La duda se despejó de inmediato: la siguiente jugada de Ding fue muy conservadora, en lugar de un avance de peón que le hubiera dejado mucho mejor, aunque con cierto riesgo. En realidad, era el indio quien, de manera muy valiente, estaba jugando al póquer para aprovechar la inseguridad del campeón.

El juego del gato y el ratón continuó un rato más. Ding ofreció el cambio de damas, que le hubiera garantizado una posición que no podía perder y quizá sí ganar. Gukesh lo rehuyó. Ding dispuso entonces de otra oportunidad de agrandar su ventaja, avanzado los peones del flanco de dama. Pero, de nuevo, ello implicaba cierto riesgo con damas en el tablero, y volvió a refrenarse.

Su actitud incitaba a pensar que aún sufre los problemas para dormir que arrastra desde que se proclamó campeón del mundo, en mayo de 2023. Esto explicaría por qué no intentó ganar varias posiciones ventajosas en este duelo después de tres horas de lucha, y muy especialmente la del sábado.

Lo ocurrido a continuación confirmó esa hipótesis: Ding se empeñó en cambiar las damas casi a cualquier precio, cuando era evidente que conservarlas le daba ventaja. El resultado fue que perdió su ventaja y se llegó a un final de torres donde los tres resultados eran razonables. Por fortuna para él, los intentos de Gukesh para enredarle eran relativamente fáciles de neutralizar, y el empate se firmó tras cuatro horas y media de lucha rarísima, una de las más extrañas en la dilatada historia de los Campeonatos del Mundo.


Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_