Los Yomus reaparecen en escena para amedrentar al Valencia
El líder de los ultras, un conocido fascista con antecedentes penales, charla con Gattuso y el técnico le responde: “El responsable soy yo”
Nada como una crisis para atraer a los radicales. También en el fútbol. Ultra Yomus, la peña del Valencia CF, expulsada en 2019 del graderío del estadio de Mestalla por su conducta violenta, ha reaparecido en la escena social del club justo cuando el valencianismo anda revuelto ante la amenaza del descenso del equipo a segunda división. El líder de los nuevos Yomus, Ramón Castro, alias Levis, un conocido fascista valenciano, con antecedentes penales y una cruz celta tatuada en la mano derecha, intentó incrustarse hace poco más de un año en la Curva Nord, la grada de animación de Mestalla, para tomar el control de la misma. Y liderarla. “He vuelto”, decía en un vídeo publicado en las redes sociales. Y añadía: “Todo el mundo que fue expulsado de la Curva Nord tiene que volver. Todos tienen que animar”. Pero como se le cerraron las puertas del campo –el Valencia hizo un comunicado en noviembre de 2021 rechazando cualquier colaboración con Yomus–, él y los suyos se acercan a la grada y al club por otras vías.
El sábado los Yomus emitieron un comunicado en sus redes sociales anunciando “próximas acciones” y manifestando su repulsa hacia todos los dirigentes de la entidad, que, decían “están manchando el nombre de un club histórico”. Añadía la nota: “No podemos consentir que nos dividan, debemos estar todos unidos y luchando por un mismo fin: liberar a nuestro equipo de las manos de unas personas mercenarias”. El mensaje se cerraba con “ahora sí, todos unidos, Peter vete ya”.
Su primera acción llegó este domingo. Querían señalar y desmarcarse del resto de la afición, que el jueves en Mestalla había criticado a los jugadores durante el partido de los cuartos de final de la Copa del Rey, que concluyó con eliminación a manos del Athletic. Bronca desde la grada e incidentes después del partido. Algunos seguidores radicales esperaron a los jugadores a su salida del estadio –llegaron a aporrear el coche de Yunus Musah–. Apenas unos días después, los ultra Yomus se presentaron en el aeropuerto de Manises, con su líder al frente. Allí, en la salida de la terminal de vuelos privados del aeropuerto y tras un cordón policial, recibieron al equipo y al cuerpo técnico, que venía de perder en Valladolid el partido de Liga.
Fijado en su perfil de tuiter, los Yomus han colgado el vídeo de su recibimiento al equipo. En él se ve cómo su líder, Ramón Castro, con un extenso historial delictivo, dialoga con el entrenador Gennaro Gattuso durante cerca de un minuto. Los jugadores contemplan la escena en la retaguardia. En el texto que acompaña al vídeo hay una velada advertencia a la plantilla, a un punto de la zona de descenso en la clasificación: “Hoy hemos recibido al equipo para expresarles nuestro apoyo, nosotros siempre estaremos al lado del equipo, pero también esperamos de su parte que le pongan ganas y no arrastren nuestro escudo. ¡Sabemos que los problemas vienen de más arriba, con nuestros colores estaremos siempre!”.
Hoy hemos recibido al equipo para expresarles nuestro apoyo, nosotros siempre estaremos al lado del equipo, pero también esperamos de su parte que le pongan ganas y no arrastren nuestro escudo. Sabemos que los problemas vienen de más arriba.con nuestros colores estaremos siempre! pic.twitter.com/gWgg3wrtOF
— Ultra Yomus Oficial (@ultra_yomus) January 29, 2023
En la charla, Gattuso se responsabilizó del mal momento de juego de la plantilla –”El responsable soy yo”, le dijo a Castro– y excusó a los jugadores diciendo que eran “jóvenes”. Castro prometió apoyo y luego los ultras se pusieron a vociferar y a entonar cánticos en favor del equipo; uno de ellos llamó a Paulista y el brasileño se acercó a saludar y le dio la mano. Los jugadores, que habían estado de pie, escuchando y en silencio, se subieron al autobús. En esa escena hubo un momento en que Gattuso, nervioso, le dio un manotazo a la cámara de la televisión autonómica À Punt, que estaba grabando el diálogo con los radicales. El técnico llamó este lunes a los responsables de la cadena para pedir disculpas por su comportamiento.
Desde el club interpretan que la maniobra de los Yomus responde a la necesidad de la peña de blanquear su imagen y, tras la bronca del jueves en Mestalla, de distinguirse en su apoyo al equipo en un momento en el que la grada está de uñas con jugadores y técnico. El club asegura que no ha utilizado a los ultras para provocar una reacción de ningún tipo y niega que los convocase en el aeropuerto. Si bien, la versión oficial añade que los aficionados estaban en la terminal privada esperando y que cuando llegaron los jugadores se les comunicó que fueran a saludar y a agradecerles su apoyo. Afirman en el Valencia que no sabían quiénes eran exactamente esos seguidores, a pesar de que allí estaba Castro y de que una pancarta los identificaba como Yomus. El club recuerda, además, que los expulsó de la grada de Mestalla y que se mantiene firme en esa decisión. Aunque no parece que Castro haya necesitado de su permiso para liderar a los valencianistas más radicales fuera del estadio.
El más perjudicado tras la visita de Yomus al aeropuerto ha sido Gattuso. El italiano, que atraviesa sus horas más bajas como entrenador del Valencia, ha sido criticado duramente por su charla con el líder radical. El Valencia insiste en que el entrenador no sabe quién es Ramón Castro y lo excusa. Puede que Gattuso no lo recuerde, pero Castro muestra en sus redes sociales una foto con él en el aeropuerto de Manises justo el día de su llegada a València.
La audiencia Provincial de Valencia condenó en 2005 a cuatro ultras, entre ellos a Castro, a dos años y medio de cárcel por los delitos de desórdenes públicos, atentado contra la autoridad, una falta de lesiones y daños contra varios policías. Los incidentes se produjeron en el año 2002 durante el partido de la Supercopa que enfrentó al conjunto de Mestalla y al Deportivo.
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