Por Navidad, el clásico es azulgrana
El Barcelona, con un gran Laprovittola, se impone en su visita al Madrid (78-87) y empata con los blancos en el liderato de la ACB
Por Navidad, clásico azulgrana. El Barça derrotó al Madrid (78-87) en el WiZink Center ante 11.187 espectadores en la 14ª jornada de la Liga Endesa y alcanza así a los blancos en el liderato de la ACB con 11 victorias y tres derrotas, a falta de los resultados del Baskonia y el Tenerife en sus visitas al Granada (este martes) y al Murcia (viernes), ambos perseguidores con un triunfo y un encuentro menos. Laprovittola (19 puntos y seis asistencias) y Higgins (18 puntos, 14 de ellos en el último cuarto) sentenciaron a un Madrid demasiado colgado de Tavares (19 puntos y 11 rebotes).
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— Liga Endesa (@ACBCOM) January 2, 2023
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Williams-Goss, Musa, Deck, Yabusele y Tavares. Laprovittola, Satoransky, Kalinic, Mirotic y Vesely. Los quintetos de Chus Mateo y Jasikevicius arrancaron un cara a cara muy parejo en el primer cuarto. Algún arreón más por parte del Barcelona, como el 0-4 que arañó en medio minuto con bingos de Satoransky y Kalinic tras una tempranera pérdida blanca, pero siempre con la reacción local a la vuelta de la esquina. Y con Tavares por bandera, un cuchillo para cualquier defensa de Europa, autor de los cuatro primeros puntos del Madrid. El anfitrión comenzaba pisando su zona de seguridad y acabó de despertar con un triple de Yabusele y una penetración con canasta y falta para el pívot francés. Entre las dos torres blancas escribieron los 10 primeros puntos de su equipo.
El Barça llevaba la iniciativa con los pies bien firmes en el parqué, buena circulación de balón, la mecha de Laprovittola y Vesely bailando por fuera (7-12). El grupo de Chus Mateo respondió conectando a los exteriores, Musa y Deck (14-14), en un ejercicio de doble cara: sufría el Madrid en exceso con las pérdidas de balón (cuatro en ese primer tramo), grieta que exprimieron los azulgrana, y a la vez simbolizaba su versión de resistente con hasta tres acciones de dos más uno. Ahí se movía el encuentro, en ese golpe a golpe entre los dos púgiles, gancho va, derecha viene, y el resultado muy prieto (26-28 al final del primer cuarto).
Un triple de Sanli y una esporádica aparición de Higgins mantuvieron el guion. A Jasikevicius le llevaban los demonios cuando una buena defensa visitante era culminada sin cerrar el rebote defensivo. El Barça había apretado las tuercas en su zona (30-36). El partido debía comenzar a ganarse desde atrás, un mandamiento para muchos técnicos. El encuentro ya era otro, más espeso y masticado, menos rápido, definitivamente dibujado en la pizarra de los entrenadores. Y el Madrid se encontró sin aire: solo cuatro puntos anotados en más de cinco minutos, curiosamente con Tavares calentando silla en el banquillo durante mucho tiempo pese a tener solo una falta en su mochila. Tampoco el Barça tiró cohetes. Dejó escapar el bloqueo blanco y entonces regresó el gigante a la pista. También Jasikevicius recuperaba a Mirotic y Vesely. Toda la munición por dentro. Y ahí sale ganando el Madrid. Sanli falló dos triples y Tavares arrancó su festival: anotó bajo el aro y a media distancia, le sacó una falta a Sanli, intimidó a Vesely, robó un balón y lanzó al contragolpe a Musa para dar la vuelta al cuento (41-39). Con Tavares, un parcial de 9-2 en tres minutos. El Madrid, con solo cuatro puntos en más de la mitad del segundo cuarto, firmó 14 en el desenlace de ese tramo. Y como guinda, una mandarina sideral de Llull sobre la bocina para calentar al WiZink (44-42).
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Del repaso a las lecciones de Jasikevicius salió el Barça mucho más enchufado tras el descanso. Otra vez la defensa a mil revoluciones y un parcial de 0-7 que sería una nota habitual en la reanudación. Unos minutos de ráfagas, de acelerones en una y otra canasta más que una velocidad constante en ninguno de los dos equipos. Mirotic cometió su tercera falta personal y el Madrid encadenó un 6-0. Por momentos la cita era un correcalles, llena de pérdidas, y con tantos fallos como aciertos. Williams-Goss pidió paso con cinco puntos para que el conjunto blanco dispusiera de algún respiro en el marcador en lugar de ir siempre a cuestas. Sanli también cargó con la tercera falta por chocar con el acorazado Tavares para desespero de Jasikevicius, que se quejaba de que cada cuerpo a cuerpo con el gigante del Madrid acabara en falta de los suyos (57-52). Finalmente también alcanzó el de Cabo Verde las tres faltas y regresó al banquillo a falta de dos minutos para acabar el tercer cuarto. El Madrid ya no volvió a anotar hasta que acabó ese periodo y el Barça aprovechó, esta vez sí, otra ventana de inspiración para atar un rotundo 0-10: 57-62.
Chus Mateo todavía guardaba a su gallina de los huevos de oro al comienzo del último cuarto. Le bastaba con la efervescencia de Poirier para machacar el aro azulgrana mientras Abrines y Laprovittola perdían la pelota. Jasikevicius, puro fuego, pedía calma en medio de la tormenta: 62-62. Tampoco estaba Mirotic, inédito en el final de la película, y al Barça le costaba encontrar el aro hasta que se desataron Higgins y Laprovittola con un triple cada uno (62-68). Volvió Tavares como flotador y anotó en la primera pelota que tocó, pero el encuentro lo había hecho suyo un mago como Laprovittola. El argentino penetró y penetró sin miedo en la zona blanca, aunque allí habitara Tavares y aunque hubiera fallado la ocasión anterior. Un ejemplo de personalidad al que se unió la varita del imprevisible Higgins, que en ese último cuarto anotó 14 puntos. Al Madrid se le quedaron cortos los brazos de Tavares. Le faltó más compañía a la hora de la verdad y los azulgrana conservaron la sangre fría para manejar sus rentas (67-74, 71-77...) en un desenlace cocido a fuego lento, detenido a menudo el partido por el videoarbitraje. No encontró ahí el Madrid la chispa para la remontada. En Navidad, el clásico era azulgrana.
Real Madrid: Williams-Goss (5), Musa (14), Deck (8), Yabusele (14) y Tavares (18) --quinteto inicial--; Llull (5), Causeur (2), Cornelie (-), Poirier (10), Hezonja (1), Sergio Rodríguez (-) y Abalde (-).
Barcelona: Laprovittola (19), Satoransky (4), Kalinic (9), Mirotic (12) y Vesely (11) --quinteto inicial--; Higgins (18), Da Silva (7), Abrines (-), Sanli (7) y Jokubaitis (-).
Parciales: 26-28, 18-14, 13-20 y 21-25.
Árbitros: Peruga, Cortés y Martínez. Sin eliminados.
WiZink Center. 11.187 espectadores.
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