La Juventus cierra por sorpresa una era con un cambio de su cúpula en medio de investigaciones judiciales
Agnelli deja el club que había presidido durante 12 años por supuestas maniobras financieras fraudulentas
La Juventus de Turín vivió el lunes una de sus noches más agitadas, aunque por motivos ajenos al terreno de juego y a lo estrictamente deportivo. La dimensión en bloque de toda la cúpula directiva, incluido el presidente Andrea Agnelli, el vicepresidente Pavel Nedved y el consejero delegado Maurizio Arrivabene, ha desatado un terremoto sin precedentes y de consecuencias imprevisibles en el club.
Los altos cargos del equipo acordaron, por sorpresa, su salida en una junta extraordinaria celebrada a última hora de la tarde del lunes, como ha reconocido el club turinés en una nota, cercados por las recientes investigaciones sobre el falseo en las cuentas de la Juventus. “Ante la importancia de las cuestiones legales y técnico-contables pendientes, los miembros de la junta directiva consideraron justo, para respetar los intereses de la entidad, recomendar que la Juventus se dote de una nueva junta que se ocupe de estos temas. Todos los miembros de la junta directiva han declarado que renuncian a su cargo”, se lee en el comunicado.
Dos maniobras económicas dudosas de la Vecchia Signora han acabado en el punto de mira de los fiscales de Turín que han rastreado durante más de un año las cuentas del club, en el marco de la operación Prisma. Además, el organismo que supervisa a las empresas que cotizan en la bolsa italiana, la Consob, también está auditando las cuentas del club turinés para aclarar los métodos con los que se ha gestionado los últimos años.
La primera maniobra que activó las alarmas de los inspectores, que iniciaron la investigación en mayo del año pasado, fue la supuesta inflación en cerca de una cuarentena de operaciones de los precios de mercado de sus jugadores para sacar más beneficio en su posterior venta. En noviembre de 2021, la Guardia di Finanza realizó el primer registro en la sede del club. En la primera lista de sospechosos se encontraban el presidente Andrea Agnelli, el adjunto Pavel Nedved, el jefe del área de finanzas Stefano Cerrato y tres ex ejecutivos que trabajaban en la Juventus en el momento de los supuestos hechos: Fabio Paratici, Marco Re y Stefano Bertola.
La segunda operación forma parte de una pieza separada de la investigación principal, aunque se enmarca también dentro de la acusación de falsa contabilidad, y está relacionada con el ejercicio económico de 2020, cuando por la situación socioeconómica generada por la pandemia de covid-19 el club turinés acordó aplazar pagos a determinados jugadores que no fueron incluidos en el ejercicio fiscal de ese año. Entre otras cosas, la fiscalía sostiene que en la temporada 2019-20, los jugadores, de acuerdo con el club, renunciaron a una sola mensualidad y no a cuatro, como comunicó la entidad, mientras que los otros tres pagos, habrían sido aplazados al año siguiente.
En primavera, entre marzo y abril, varios jugadores y algunos agentes desfilaron por la fiscalía para esclarecer los sueldos suspendidos. Se vio acudir a las oficinas de los fiscales a Paulo Dybala, Federico Bernardeschi, Alex Sandro y, finalmente, al anterior capitán del equipo, Giorgio Chiellini y a Leonardo Bonucci, así como al contable de Aaron Ramsey, a un directivo de la agencia de Alessandro Lucci y a Veronique Rabiot, la madre y agente de Adrien Rabiot.
A finales de octubre, la fiscalía de Turín notificó a los miembros del Consejo de Administración de la Juventus y a los directivos de la empresa con responsabilidades estratégicas que había concluido la investigación, con 16 sospechosos, que los magistrados deberán decidir si envían a juicio. Los fiscales solicitaron el arresto domiciliario como medida cautelar para Andrea Agnelli, pero los jueces rechazaron la petición. Los presuntos delitos que baraja la fiscalía son: comunicaciones corporativas falsas, comunicaciones falsas dirigidas al mercado, obstrucción a las autoridades públicas de supervisión, manipulación del mercado y emisión de facturas para operaciones inexistentes. La Juventus siempre ha defendido la legalidad de todos sus movimientos.
Es probable que la fiscalía solicite en los próximos meses que se abra un proceso judicial contra los directivos investigados, que han decidido dimitir ahora para que la empresa pueda afrontar las investigaciones desde una mejor posición. También como consecuencia de algunas desavenencias y diferencias estratégicas surgidas en el seno del propio consejo de administración, que según señalan los medios locales, apuestan por diferentes líneas de defensa. De un lado, una parte defendía continuar como hasta ahora, alegando que todas las operaciones del club se enmarcan dentro de la legalidad. Mientras que la otra fracción de los dirigentes proponía resetear todo y reclutar a figuras técnicas para encarar la defensa. Andrea Agnelli parece haberse decantado por esta segunda opción y en una carta de despedida dirigida al club apunta a una falta de concordancia de ideas en la cúpula directiva. “Estamos ante un momento delicado y la compactibilidad se ha roto. Es mejor dejarlo todos juntos y dar a una nueva alineación la oportunidad de dar la vuelta a este partido”, ha escrito el empresario.
Andrea Agnelli tomó posesión como presidente de la Juventus en mayo de 2010 y con su llegada inauguró una revolución en el club y una década de importantes éxitos en el terreno deportivo. Ha llevado a los bianconeros a conquistar nueve scudettos -títulos de Serie A- consecutivos, récord del club, y a dos finales de la Champions League. En 2015 cayeron frente al Barcelona y en 2017 su verdugo fue el Real Madrid. En 2020, con el anuncio de la Superliga, fue el único club que se mantuvo al lado del Real Madrid y el Barcelona en su batalla contra la UEFA.
El cargo de director general lo ocupará Maurizio Scanavino, que es también el actual director del grupo editorial Gedi, propiedad de la familia Agnelli, que edita entre otros medios el diario La Repubblica. Según publica el periódico, compaginará ambos cargos. La familia Agnelli ha propuesto al contable Gianluca Ferrero como nuevo presidente de la Juventus. La Juventus está controlada en un 63,8% por Exor, la sociedad de inversiones de la familia Agnelli-Elkann. Del resto de las acciones minoritarias, el 11,9% está en manos del fondo de inversión británico Lindsell Train y el 24,3% está colocado en la bolsa italiana.
Los aficionados están preocupados sobre las posibles consecuencias deportivas para el equipo, actualmente en el tercer puesto de la clasificación de la Serie A. Todo dependerá de cómo se desarrolle la cuestión en los tribunales los próximos meses. Pero el Código de Justicia Deportiva contempla para las infracciones de gestión y económicas sanciones que van desde la penalización con algunos puntos en la tabla de clasificación hasta la exclusión del campeonato o el descenso a una categoría inferior, pasando por la bajada hasta el último puesto de la lista.
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