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LaLiga Santander jornada 8
Atlético
Atlético
Correa 4'Correa 47'
2 1
Finalizado
Girona
Girona
Rodrigo Riquelme 65'

El Atlético sobrevive al Girona con la calle de Correa y los vuelos de Oblak

El equipo de Simeone gana (2-1), pero protagoniza otro mal partido ante el descontento de una hinchada que no vibra con el juego que contempla

Koke y Correa celebran el segundo gol del argentino al Girona.
Koke y Correa celebran el segundo gol del argentino al Girona.AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)
Ladislao J. Moñino

Sumergido en una profunda crisis de fútbol, el Atlético sobrevivió al Girona con la calle de Correa y dos vuelos imperiales de Oblak. Una aparición traicionera y madrugadora por el segundo palo del argentino y su intuición para interceptar un pase del meta rival Juan Carlos en el arranque del segundo tiempo le valieron para imponerse, aunque apurado por el gol de Riquelme. Y no se llevó el disgusto del empate porque el guardameta esloveno protagonizó dos de los vuelos de la temporada. Primero para desviar al palo un zurriagazo de Aleix García y después para meterle otro manotazo a otro misilazo del buen centrocampista del Girona. Ganó el Atlético, pero no vibró. Sin duda, este es el peor síntoma para un equipo que solía encenderse en su estadio con la energía de su entrenador y el acompañamiento de la hinchada. Nada de eso emergió. Este Atlético está apagado, insulso. Ni juega, ni transmite. La imagen de Simeone reclamando el apoyo de la hinchada en los minutos finales sin más respuesta que la del fondo sur fue sintomática. También su eufórica celebración del resultado, quizá porque era lo único que podía festejar.

ATMAtlético
Atlético
2
Oblak, Carrasco (Saúl, min. 64), Giménez, Nahuel Molina, Savic, Reinildo Mandava, Correa (João Félix, min. 73), Witsel (Kondogbia, min. 73), Griezmann (Lemar, min. 64), Koke y Matheus Cunha (Morata, min. 64)
GIR Girona
1
Girona
Juan Carlos, Bernardo, Arnau Martinez (Valery Fernández, min. 45), Santi Bueno, Javi Hernández (Ramón Terrats, min. 84), Miguel Gutierrez (Yan Couto, min. 45), Aleix García , Oriol Romeu, Yangel Herrera (Stuani, min. 63), Valentín Castellanos y Rodrigo Riquelme (Toni Villa, min. 80)
Goles 1-0 min. 4: Correa. 2-0 min. 47: Correa. 2-1 min. 65: Rodrigo Riquelme.
Árbitro Juan Martínez Munuera
Tarjetas amarillas Giménez (min. 46), Matheus Cunha (min. 49), Javi Hernández (min. 54) y Savic (min. 89)

Ni el sentido homenaje a Koke por ser el jugador con más partidos en la historia del club ni que fuera el día de las peñas electrificó a los futbolistas de Simeone. Otra seña de identidad perdida entre la confusión de alineaciones y variaciones sistemas que vuelve a ejecutar el preparador argentino. Lo mismo da una defensa de cuatro, como en Brujas, como de cinco, como ante el Girona, o que Griezmann ya quede liberado para jugar más de media hora. Los tres puntos fueron más por deméritos de los regalos de su rival que por el peso de su juego. Desde el tropiezo en el derbi con el Madrid, lo único que parece tener más claro Simeone es que João Félix es su quinto delantero. Formó con Correa y Cunha en ataque y a Griezmann, le dio galones como centrocampista enlazador. Él fue el que abrió el partido por la primera concesión del Girona. Le dio para lanzar a la carrera a Reinildo y aún para llegar al pico del área, donde no le defendía nadie. Tuvo tiempo para acomodarle la pelota con una pisadita y meter la rosca pasada que rebañó Correa en el segundo palo.

Ni ese gol tempranero de Correa sirvió para templar a un equipo que no se reconoce ni con la pelota ni sin ella. El personal que acude al Metropolitano tiene ya los labios flojos para recriminar con pitos que cualquier equipo se les adueñe del partido, en este caso un recién ascendido. Hay un punto de exasperación en la grada, que ya no comparte ver a los suyos por detrás de la línea del centro del campo en su propia casa esperando que el rival se equivoque. El estatismo arcaico de los futbolistas que juegan por delante del balón en ataque también pone de los nervios al graderío. Si algo es el fútbol moderno es movimiento y el plan ofensivo del Atlético fue durante casi todo el duelo un canto al estatismo y a la inoperancia. Un momio de conjunto, que pretende vivir de transiciones rápidas cuando no es capaz de afilar un pase a dos metros. El equipo del entrenador que venera los espacios y el vértigo jugaba al pie para irritación de su afición. Semejante despropósito, ante un equipo de más enjundia bien pudiera haberle costado un destrozo. No se lo hizo el Girona porque le faltó colmillo arriba en el primer tiempo, más allá de las buenas maneras de Riquelme, producto talentoso de la academia rojiblanca.

El equipo de Míchel fue tan académico como chato en los últimos metros. Su manejo de la pelota se quedó en simples centros al área. Y fue muy tierno atrás para conceder contras claras que su rival desperdició porque sus futbolistas siguen en guerra con el balón. Solo una ráfaga final en el primer acto que Cunha no concretó algo los primeros 45 minutos del Atlético. Tuvo que ser otra vez Griezmann el que pusiera un gramo de calidad para descubrirle un par de desmarques al brasileño. Pretendió darle continuidad el Atlético a ese tramo final anterior al entretiempo y se dignó a presionar arriba más decidido. Fruto de ese paso adelante llegó el segundo tanto. Correa estuvo avispado para adivinar el pase de Juan Carlos y marcar a puerta vacía. Lejos de reforzar la confianza de los rojiblancos, el tanto les volvió a sumir en ese estado de inercia y nadería. Ni las entradas en cascada de Morata, Saúl y Lemar cambiaron ese perfil de equipo mustio e inseguro. Vida para el Girona, azuzado por el gol de Riquelme y su cintura. Su disparo tocó en Giménez y desorientó a Oblak. Una y no más. El esloveno salvó del escarnio a su equipo con esas dos paradas a Aleix García que propiciaron esa euforia final de Simeone.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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