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España, 114 puntos y deberes pendientes

Scariolo pide más agresividad para suplir el menor nivel físico de la selección después de vapulear a la débil Bulgaria

Lorenzo Brown ante Marinov, durante el partido entre España y Bulgaria en Tbilisi (Georgia) este jueves.
Lorenzo Brown ante Marinov, durante el partido entre España y Bulgaria en Tbilisi (Georgia) este jueves.ZURAB KURTSIKIDZE (EFE)
Juan Morenilla
Eurobasket - Grupo a - jornada 1
España
España
114 87
Finalizado
Bulgaria
Bulgaria

España abrió este jueves un nuevo ciclo con una victoria arrolladora ante la débil Bulgaria en el inicio del Eurobasket. La selección del cambio generacional voló en ataque ante un rival muy tierno, el tipo de conjuntos que acceden al gran torneo europeo cuando la nómina de participantes se engorda a 24. Lo aprovechó el conjunto de Scariolo, necesitado de confianza cuando la plantilla está llena de caras nuevas que se asoman por primera vez a un escenario de esta altura. La selección se impuso por 27 puntos (114-87) en un triunfo coral: siete jugadores sumaron 10 o más puntos. Lorenzo Brown sumó 17 y cinco asistencias, por los 16 puntos y seis rebotes de Willy y los 14 puntos del capitán Rudy. También Juancho (13 y siete rebotes) y Garuba (10 y 7) engordaron la estadística. Los 114 puntos son la tercera máxima anotación de España en un Eurobasket (tras los 119 a Estonia en 1993 y los 116 a Rumania a 1987) y la mayor puntación con Scariolo como seleccionador. El técnico, en cambio, torció el gesto por los 87 (31 en el tercer cuarto) que encajó de un equipo mucho más limitado como Bulgaria, la número 52 en el ránking mundial ―España es segunda, tras EE UU―. Ante montañas más altas, hará falta otro acelerón.

Brown, Jaime Fernández, Arostegui, Juancho Hernangómez y Willy Hernangómez. Con ese quinteto partió Scariolo en el torneo del recambio. Las piezas fueron encajando después del primer lanzamiento fallado por Willy, un acierto búlgaro tras rebote ofensivo y un triple errado por Jaime Fernández. Los nervios duraron lo que empezó el equipo a darse alguna carrera y sobre todo a apretar las tuercas en defensa, más que nunca una obligación en un equipo que no anda sobrado de talento en ataque ni alinea a ese tipo de jugadores que deciden un partido o incluso un campeonato. Sin grandes solistas, la orquesta ha de estar muy afinada.

Brown y Jaime Fernández empezaron a mover a la banda y Willy emergió en ese arranque como la diana de muchos balones, también en busca de la mejor versión de Juancho. Necesita España ese paso al frente del nuevo jugador de Toronto, sobre todo a la espera de torres más grandes en este campeonato. La bronca de Scariolo cuando Juancho se ganó una técnica por protestar a los árbitros después de dos ataques fallados actuó de despertador. Desde entonces, el menor de los hermanos se multiplicó, más agresivo en la zona y con la confianza para pisar el perímetro y anotar a distancia.

España navegó con cómodas distancias. Vezenkov tardó en despertar, bien sujeto de inicio con grilletes por la defensa española, y a su alrededor le faltó acompañamiento de peso más allá de los chispazos de Kostov y Stoilov. En esta España de dientes apretados y en la que no se regatea el sudor, el protagonismo fue cambiando de camiseta. En el minuto ocho, el quinteto ya era otro distinto (Alberto Díaz, Rudy, Parra, Pradilla y Garuba). Otras caras, pero el mismo guion. La selección ya no puede depender de inspiraciones divinas, sino de replicar un trabajo colectivo. Jaime Fernández y Alberto Díaz calentaron la muñeca desde el triple (20-9) y Jaime Pradilla pidió el balón sin miedo. El alapívot del Valencia, de 21 años, es uno de esos chicos con ganas de hacer kilómetros.

Bulgaria era un caramelito y todos aprovecharon el banquete. Por ejemplo, Lorenzo Brown, que va despojándose de esa timidez con la que aterrizó después de su polémica nacionalización. Sin dejar de cumplir con los deberes que le subraya Scariolo, arremangarse, sacar músculo y servir a los demás (cinco asistencias), el base con el número 2 se ganó los focos en ataque con tres triples. España abría hueco (41-22, 49-31, 57-35) y el marcador no dejó de volar hasta superar la centena. Rudy celebró con cuatro triples la cita en la que igualó a Epi como el segundo jugador español más veces internacional (239, solo por detrás de los 253 de Navarro). El capitán es un tratado de inteligencia. Antes que forzar la carrocería a los 37 años, exhibió galones desde lejos del aro. La selección estiró el porcentaje de conversión hasta el 64% en tiros de dos y el 45% en triples, además de 27 asistencias. La réplica quedó en manos de Vezenkov (26 puntos y 11 rebotes).

En la cuenta pendiente, algo más de fiebre sin el balón. “Tenemos una deficiencia física respecto a casi todos los rivales, y cuanto más pequeño eres en tu posición, más hay que multiplicar la energía y la agresividad. No hay que dejar que la pelota entre fácil en nuestra área”, avisó Scariolo para rebajar euforias. Los novatos sumaron minutos de vuelo (debutaron los siete que no habían disputado nunca una gran cita internacional) y se sacudieron los nervios, y España firmó un triunfo exigible en lo anímico antes de encontrarse con envites mayores que la cenicienta Bulgaria en un pabellón de Tbilisi con menos de 500 espectadores. Todo lo contrario le esperará este sábado (19.00) ante la anfitriona de este grupo, Georgia, herida tras perder contra Bélgica (79-76). Una caldera y un reto mayor. Esta joven y esforzada España ha de pasar un examen diario.

España: Brown (17 puntos), Jaime Fernández (12), López-Arostegui (5), Juancho Hernangómez (13), Willy Hernangómez (16) -quinteto inicial-; Rudy (14), Garuba (10), Pradilla (10), Brizuela (7), Alberto Díaz (5), Sebas Saiz (0) y Joel Parra (5).

Bulgaria: Alipiev (0 puntos), Bost (6), Stoilov (12), Vezenkov (26), Marinov (9) -quinteto inicial-; Karamfilov (0), Kostov (13), Yanev (0), P. Ivanov (16), A. Ivanov (0), Dimitrov (5) y Simeonov (0).

Parciales: 28-17; 29-28; 32-31; 25-21.

Primer partido de la fase de grupos del Eurobasket, celebrado en el Pabellón Tbilisi Arena de Tiflis (Georgia), ante unos 500 espectadores.

Resultados y clasificación del Eurobasket.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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