Alcaraz resiste a base de martillazos
El español firma 30 ‘aces’ y 73 ganadores para remontar un enrevesado estreno contra Struff (4-6, 7-5, 4-6, 7-6(3) y 6-4), mientras Davidovich apea a Hurkacz
El martilleo permanente de la rodilla de Juan Carlos Ferrero no es un buen indicativo. El técnico sufre en el banquillo y sobre el verde lo hace su jugador, Carlos Alcaraz, que busca soluciones por todos lados y no encuentra la forma de bloquear la bola meteórica de Jan-Lennard Struff. El alemán, un bombardero de 1,93 que despide pólvora en todos y cada uno de sus servicios, percute una y otra vez, y sitúa al murciano al borde del abismo. Ocurre que en ese territorio terminal, el español acostumbra a descorchar sus mejores golpes y cuando más aprieta la soga, mejor replica. ¡Pim-pam-pum! Así responde, así se levanta y así invierte el enrevesado cruce de la jornada inaugural de Wimbledon: 4-6, 7-5, 4-6, 7-6(3) y 6-4, tras 4h 11m.
Struff es uno de esos martillos con los que no conviene cruzarse sobre el césped y él, 19 años y todavía mucho por aprender, no las tenías todas consigo. Decía Alcaraz antes de poner el primer pie sobre el césped que él no debía figurar entre los candidatos, que hay muchos otros jugadores por delante sobre el verde y que aún tiene que aprender a desentrañar los misterios de la superficie. Llegó a Londres con molestias en el codo derecho y, aunque ha logrado paliar el dolor, sigue sin escapar de las dudas que sembraron sus dos intervenciones en la exhibición de Hurlingham: dos citas, dos derrotas. Escaso rodaje y pocas certezas. Contra Struff, adaptación sobre la marcha y supervivencia pura y dura.
Es la dura ley de la hierba. Alcaraz pudo abrochar el duelo en la cuarta manga, pero desperdició cuatro opciones de rotura para establecer el 5-4 y servicio, y la concesión le obligó al empujón final. “Esta victoria vale mucho”, afirmó sobre el verde de la Court 1, a la que obsequió con algunos de esos puntos fantasiosos que acostumbra a firmar y con 73 ganadores, 30 en forma de ace. Nunca había registrado tantos saques directos. Resolvió así un peliagudo debut en el que durante un buen rato caminó sobre el alambre y en el que sufrió el azote del alemán.
Frente a la tormenta, él propuso una descarga mayor y logró cambiar el signo del partido. Impuso su calidad, subrayó su pericia en las pruebas de larga distancia –cinco triunfos en los seis pulsos a cinco sets que ha disputado hasta el momento– y progresó; ahora, cita con el neerlandés Tallon Griekspoor (53º del mundo), superior a Fabio Fognini.
“Mejor de lo que esperaba”
“Debo mejorar, pero estoy contento con mi nivel de hoy”, señaló ante los periodistas. “Moverse bien aquí no es algo que se coja de un día para otro. Ha sido mi primer partido [oficial] en hierba este año y ha ido mejor de lo esperaba. El servicio me ha sacado de muchos apuros”, destacó el de El Palmar, que el año pasado cayó en la segunda ronda ante Daniil Medvedev.
Antes de que él venciera, Alejandro Davidovich logró escapar del laberinto que él mismo generó en el duelo contra Hubert Hurkacz. El malagueño, de 23 años, dispuso de tres bolas de partido pero se enredó, se complicó y finalmente, se enderezó: 7-6(4), 6-4, 5-7, 2-6 y 7-6(8), después de 3h 28m. Firmó, de esta forma, el pelotazo más reseñable de la primera jornada, puesto que el polaco –semifinalista el curso pasado y verdugo de Roger Federer– irrumpía como séptimo cabeza de serie y había ganado recientemente en Halle.
Así es Davidovich, artista y quebradizo a la vez, un jugador a todo o nada que no deja indiferente a nadie. Triunfo de mérito y épica esta vez. Se cruzará a continuación con Jiri Vesely. “No sé cómo he ganado, pero esto me da mucha confianza. He demostrado que aquí puedo ganar a cualquiera”, valoró el andaluz, finalista este año en Montecarlo y que actualmente ocupa el 37º puesto del ranking; “esto es tenis, esto es hierba, y en un partido puedes estar arriba o abajo muy rápido. Esto es un mundo. Ha sido muy emocionante. Debo seguir trabajando, creer mucho más en mí y ganar regularidad”.
Djokovic se deja un set
Junto a él progresó Jaume Munar (6-2, 6-4 y 7-5 a Thiago Monteiro, y cita con Cameron Norrie), aunque la representación española lamentó las eliminaciones de Albert Ramos (7-6(1), 7-6(9) y 6-2 para Casper Ruud), Fernando Verdasco (6-1, 6-2 y 7-6(4) ante Tommy Paul) y Pablo Andújar (6-0, 7-6(3) y 6-3 favorable al británico Norrie).
Entretanto, el defensor del título y hexacampeón del torneo, Novak Djokovic, se repuso con oficio después de un pequeño desliz contra Sonwoo Kwon (6-3, 3-6, 6-3 y 6-4). “No me he sentido todo lo cómodo que me hubiera gustado”, admitió Nole, que registró su 80ª victoria en el grande inglés –el tercero en hacerlo tras Federer (105) y Jimmy Connors (84)– y, por lo tanto, se convirtió en el primer tenista, hombre o mujer, que alcanza dicho registro en los cuatro Grand Slams. Suma 82 en el Open de Australia y el US Open, y 86 en Roland Garros. Se enfrentará el miércoles al australiano Tanasi Kokkinakis.
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