La liberación de Hanga como base del Real Madrid

El Real Madrid regresó de su viaje a Barcelona para los dos primeros partidos de la final de la Liga ACB con el gesto torcido. Los blancos, que arrasaron el Palau blaugrana en el primer encuentro, vieron cómo el 0-2 se les escapaba entre los dedos en los últimos instantes del segundo partido, donde lo que primó fue la tensión por encima del baloncesto.

De vuelta a Madrid y con los ánimos ya calmados, Adam Hanga (Budapest, 33 años) ha querido ver el vaso medio lleno, destacando que han conseguido el factor cancha y ahora tienen en su mano decidir el título en casa. “Aunque perdimos creo que jugamos un partidazo. Tuvimos los altibajos normales de un equipo que se enfrenta a un gran rival”, declaró el jugador este jueves a los medios del club. “Tenemos que rematar la final con estos dos partidos en casa ahora que contamos con nuestra afición. Solo pedimos que venga mucha gente para luchar todos juntos”, reclamó.

Ahora, con la serie igualada 1-1, la final llega a Madrid para los dos siguientes encuentros y Hanga se coloca en estos momentos no solo como el portavoz del equipo antes del primer partido en el Wizink Center (este viernes a las 21.00, por #Vamos), también como su líder improvisado por las circunstancias del equipo. El escolta húngaro se ha convertido en la solución al grave problema que ha tenido el Madrid en el puesto de base esta temporada. Williams-Goss, Carlos Alocén y Thomas Heurtel, los tres bases habituales, están fuera del equipo por lesión, y Sergio Llull reapareció tras superar sus problemas en el abductor en el segundo partido en el Palau para jugar solo seis minutos. Haciendo de la necesidad virtud, Hanga se ha puesto los galones de cerebro del equipo, un papel que no es desconocido para él, pero al que ahora le está sacando más jugo que nunca.

En Manresa, su primer club en España, jugó varios partidos como base, y años más tarde, en el Barcelona de Pesic, se convirtió en el recurso favorito del entrenador serbio. El húngaro respondió con grandes partidos, pero tras la llegada de Jasikevicius en 2020 fue desapareciendo de la rotación hasta que decidió cambiar la camiseta del Barcelona por la del Real Madrid el año pasado. “Jasikevicius es más estricto, tienes que hacer tu rol sí o sí”, explicaba el jugador en una entrevista a DAZN a su llegada al club blanco, donde ha encontrado su ecosistema perfecto. “Pablo Laso te deja más liberado en la cancha. Con él puedes usar un poco más tu talento. Estoy disfrutando un poco más”, reconocía el jugador, al que esa liberación le ha sentado como un elixir.

Hanga no es un base típico y su consolidación en ese puesto convierte al Madrid en un equipo poco creativo pero contundente como ninguno. Y el húngaro no solo es el cerebro, también es el martillo.

Con 12 puntos y 2,6 asistencias por partido, el húngaro lidera al Real Madrid en estas estadísticas durante las finales de la ACB. A pesar de que ha destacado a lo largo de su carrera más por su faceta defensiva, se ha soltado de la mano de Laso y ahora de Chus Mateo para convertirse en una de las principales armas ofensivas, siendo el segundo jugador con mejor más/menos de los play-offs (13,6, solo por detrás de Tavares, 16,3) y el segundo madridista que más triples anota por partido (1,4, el que más es Causeur con 2). Una navaja suiza con un montón de recursos que quiere conquistar su primer título con el Madrid: “Hemos luchado mucho este año con todo lo que nos ha pasado, las lesiones, el problema con Pablo... pero tenemos muchísima hambre y queremos llevarnos el título en casa”, sentenció.

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