El Betis golea a Osasuna y quiere pelear por la Champions
El cuadro andaluz, con buen juego y golazos, pasa por encima de un rival algo relajado
El Betis se aferra a la pelea por la Liga de Campeones. El equipo andaluz pasó por encima de Osasuna con una gran demostración de fútbol y eficacia. Una goleada en la que sobresalieron futbolistas como William Carvalho o Álex Moreno, capaces de dibujar dos jugadas de altísimo nivel para hacer los dos tantos que redondearon la justa victoria bética. El Betis es un equipo feliz, aferrado a la idea de su entrenador, Manuel Pellegrini, que cumplió su partido 400 en la Liga española. Desde esa felicidad dibuja jugadas como las de Carvalho o Álex Moreno, que destrozaron la resistencia de Osasuna, muy volcado en ataque en busca del empate tras el gol de Budimir.
Gana el Betis, que pelea por la Champions, y hace feliz a su gente, que sueña con el título de Copa. Lo hace disfrutando del fútbol y sin añorar a sus dos grandes estrellas, Fekir y Canales, que se perdieron el choque ante Osasuna. El conjunto navarro lo tiene todo hecho en la Liga, con la permanencia virtualmente agarrada. El Betis le pasó por encima. Debió afrontar el choque ante un rival tan en forma con más intensidad, como en algunos tramos de la segunda mitad, cuando el tanto de Budimir le metió en el partido. El parón, al Betis, le ha sentado de maravilla. Su ritmo fue fantástico durante todo el choque.
El Betis disfruta de una temporada estupenda. Metido en la final de la Copa, afronta partidos como el de Osasuna con una enorme madurez. Poco le importa que no estén jugadores como Canales o Fekir, tampoco Borja Iglesias. El cuadro de Pellegrini es una máquina muy bien ensamblada. Por eso, sin ninguno de sus dos referentes en el campo, aparecen subalternos de lujo que desarrollan su función con talento y precisión. En la cúspide hay que situar a Joaquín, quien a sus 40 años se movió con una enorme soltura para dotar de fútbol al Betis. Desde la atalaya de su veteranía, Joaquín marcó el ritmo del partido de manera increíble, bien apoyado por dos futbolistas como Guido y William Carvalho. A ese triángulo de fútbol de pase y control, el Betis añadió velocidad y desborde gracias a sus dos laterales, Bellerín y Álex Moreno, dos auténticos puñales en la banda.
Muchos argumentos en contra, por lo tanto, para un Osasuna con todo hecho en la Liga. Así se lo han ganado los navarros. Eso sí, en el Villamarín se mostraron incapaces de detener el aluvión de juego del Betis. A los 12 minutos, Álex Moreno, quien dio un auténtico recital, envió de cabeza al larguero para que Joaquín fallara con todo a favor bajo palos. A los 13, no se consideró como penalti un claro contacto del meta Herrera sobre Aitor Ruibal en su salida. Dos opciones clarísimas del Betis que apenas tuvieron respuesta en Osasuna, atado a dos lanzamientos lejanos de Moncayola. Uno lo despejó Bravo con ciertos apuros. En el enésimo desborde en banda de Bellerín, el balón acabó en el área pequeña, donde Nacho Vidal intentó despejar sin darse cuenta de que Juanmi le iba a robar la cartera para marcar. Un gol de pillo que ilustra las cualidades de este delantero que rompió su mala racha para alcanzar su gol número 17 en este curso. Al filo del descanso, el segundo golpe llegó por la otra banda, con una gran internada de Álex Moreno tras un pase adelantado de Víctor Ruiz. Juanmi remató con la izquierda para hacer un golazo, el segundo de un equipo andaluz lanzado. Y ya van 18.
Herrera mantuvo a Osasuna en el partido con dos grandes paradas ante Bartra y Víctor Ruiz. El fútbol, que no tiene lógica, pasó del previsible 3-1 a un 2-1 en el único error de la defensa del Betis. Marcó Budimir y el marcador se estrechó. No así la diferencia entre este Betis y Osasuna. Carvalho se metió en el área para dejar sentado en el suelo a Herrera y batirle en una jugada de una enorme calidad. El Villamarín se vino abajo. Como cuando Álex Moreno redondeó su gran partido con un gol fantástico. El lateral, que llama a las puertas de la selección, se metió en el área, le hizo un túnel a David García y marcó con la derecha. Fue el cuarto. Una delicia. Como el estado de felicidad de este Betis que quiere mucho más.
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