Nadal, Federer y Djokovic: un nuevo rey y dos interrogantes
El español (35 años) se eleva hacia Roland Garros, mientras el suizo (40) no sale de la enfermería y el horizonte de Nole (34) es una incógnita por la vacunación
Siempre caprichosa, la historia decidió emparejar en la misma era a tres fenómenos que se retroalimentan y no ceden. Unos se quedan con la estética de Roger Federer (40 años), otros con la pulcritud técnica de Novak Djokovic (34) y hay quienes defienden a capa y espada que la épica de Rafael Nadal (35) es inigualable. Sin embargo, existe otra corriente que apuesta por una solución híbrida: ¿Por qué elegir a uno pudiendo quedarse con los tres? En todo caso, el que hoy día gobierna y encabeza la lista histórica es el español, cuyo currículo refleja éxitos de todos los colores, entre ellos dos oros olímpicos (logrados en Pekín 2008 y Río 2016, este último junto a su hoy técnico, Marc López), del que carecen sus dos directos rivales.
No obstante, más allá de títulos o cifras —aristas y debate por todos lados: total de trofeos, semanas en el trono, récord de Masters 1000, Copas de Maestros…—, Nadal posee un intangible que no tiene precio: su capacidad para trascender. Ejemplo universal, no hay deportista de primera línea que no lo mencione entre sus referentes por su capacidad de superación y de sobreponerse a un sinfín de adversidades físicas. Competidor modélico, el mallorquín ha disputado 63 grandes, de los que ha ganado 21; es decir, ha conquistado un tercio de los majors que ha jugado. Esta vez, la estadística del Big Data reflejaba antes de la final un alto porcentaje de victoria para Daniil Medvedev, 64%-36% a su favor, pero el campeón contradijo a los algoritmos.
Este Open de Australia iba a ser, a priori, el torneo de Djokovic. Sin embargo, el balcánico salió escaldado de Melbourne —sin vacunarse y expulsado la víspera del torneo por haber accedido al país de forma ilegal, según determinaron las autoridades judiciales— y no pudo defender su reino, donde ha alzado el trofeo nueve veces. Fue el Open de Nole, del ruido transversal, hasta que comenzó a volar la pelota en Melbourne Park. Fuera de juego el número uno, después de un prolegómeno desagradable que destapó las costuras de casi todos (él mismo, Australia, la federación local de tenis…), el fotograma final se lo ganó Nadal, que ha reescrito el relato y dio un golpe de tuerca a la gran lucha a tres bandas.
Un baile que, en realidad, en los últimos tiempos ha pasado realmente a ser una historia de dos. La rodilla de Federer ha postrado al suizo en la enfermería y su regreso a las pistas es toda una incógnita, dado que hizo un intento el curso pasado y apenas pudo jugar 13 partidos, el último de ellos frente al polaco Hubert Hurkacz en los cuartos de final de Wimbledon.
Del tridente al duopolio
Aquella derrota se produjo el 7 de julio. El de Basilea decidió frenar definitivamente, ya que el año anterior su recorrido había sido todavía más estrecho —seis partidos, todos ellos en el Open de Australia— y la respuesta de la articulación tras volver a pasar por el quirófano no era buena. Nada que ver con el bagaje previo, su último ejercicio a pleno rendimiento: 63 partidos y cuatro títulos en 2019.
Con Federer en la enfermería, Nadal y Djokovic se han hecho con 13 de los 15 últimos grandes. Únicamente se han producido dos interferencias en el duopolio, las del austriaco Dominic Thiem, en el US Open de 2020 que significó la reanudación del circuito tras el primer impacto de la pandemia, y la de Medvedev el año pasado en el mismo escenario.
En ninguna de las dos citas participó Nadal. La primera ausencia respondió a una renuncia voluntaria —“mi corazón dice que no es el momento para viajar allí”, razonó— y la segunda a la lesión crónica que arrastra en el pie izquierdo, acentuada desde mediados de la temporada pasada —“llevo un año sufriendo mucho más de lo que debería”— y que finalmente le forzó a parar definitivamente en el verano.
Dos décadas, 61 grandes de 74
En febrero de 2018, después del último Open de Australia que ganó Federer, el litigio quedaba así: 20 cetros el suizo, 16 en la estantería de Nadal y a la cola Djokovic, con 12. Sin embargo, a partir de ahí el suizo gripó —dos bolas de partido ante el serbio en la final de Wimbledon del año siguiente— y la pugna se convirtió en un mano a mano en el que Nole dio un acelerón en toda regla, adjudicándose desde entonces ocho majors: tres en Australia, tres en Londres, uno en París y otro en Nueva York. Mientras, el español ha recolectado cinco en la misma franja: tres sobre la arcilla francesa, uno en el cemento neoyorquino y ahora Australia. El casillero de Federer se ha quedado congelado, cumplidos los 40 y sin visos de que pueda reaparecer a corto o medio plazo.
“No me importa si regreso en 2022 o 2023″, transmitió en noviembre, anticipando que probablemente no podrá disputar la próxima edición de Wimbledon, en julio. “Sé que el final está cerca, pero me gustaría jugar al menos un par de partidos importantes de nuevo”, agregaba el gran caballero de la raqueta, quien lógicamente abrió la cuenta con su triunfo sobre el césped londinense en 2003. En esos momentos, Nadal ya preparaba su asalto al circuito profesional y se incorporó a la carrera en 2005, batiendo a Mariano Puerta en el Bois de Boulogne. Djokovic se hizo esperar. El balcánico irrumpió en 2008, en Melbourne, y luego estuvo dos años en blanco antes de lograr una cosecha extraordinaria entre 2011 y 2016: 11 trofeos.
Posteriormente, tanto él, como Nadal y Federer sufrieron sus respectivas crisis —las ansiedades del español en 2015, la descompresión del serbio tras ganar por fin Roland Garros (2016) y el declive físico del suizo—, aunque siguieron ejerciendo con puño de acero. Acción y reacción, constantemente. Entre los tres han construido el relato más apasionante de la historia de su deporte, con un dominio incontestable durante las dos últimas décadas. Son 61 triunfos en 74 grandes torneos. Increíble, pero cierto. Un recorrido paranormal. Solo se han inmiscuido nueve intrusos: Andy Murray (3), Stan Wawrinka (3), Andy Roddick, Gastón Gaudio, Marat Safin, Juan Martín del Potro, Marin Cilic, Dominic Thiem y Daniil Medvedev.
Con Roland Garros en el horizonte de la primavera (del 22 de mayo al 5 de junio) y con el futuro de Djokovic en el aire por la vacunación, Nadal es el rey de reyes.
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